El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció que hará “los cambios y ajustes que hemos estado discutiendo y acordando en común en estos años, y que ya consultamos con todos los pueblos zapatistas”, aunque no precisó en qué consisten.
En un comunicado firmado por el ahora capitán insurgente Marcos, agregó que “si alguien piensa que vamos a recibir un premio o una estatua, o un museo, o unas letras de oro en la historia, o paga, o agradecimiento, pues ya va siendo hora de que busque por otro lado, porque lo único que vamos a recibir es que, cuando ya vamos a morir, podremos decir ‘hice mi parte’ y saber que no es mentira”.
Marcos comenzó el texto a partir de la historia de Dení, niña indígena, de sangre y raíz maya, hija de padres insurgentes indígenas zapatistas, que nació hace unos cinco años y que pertenece a la primera de la séptima generación que vivirá dentro de 120 años, por la que es necesario luchar.
En esa parte interviene el subcomandante insurgente Moisés: “Entonces nosotros tenemos que luchar para que esa niña, que va a nacer en 120 años, sea libre y sea lo que le dé la gana ser. Entonces no estamos luchando para que esa niña sea zapatista o partidista o lo que sea, sino que ella pueda elegir, cuando tenga juicio, cuál es su camino. Y no solo que pueda decidir libremente, también y, sobre todo, que se haga responsable de esa decisión. Es decir, que tome en cuenta que todas las decisiones, lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, tienen consecuencias”.
Agrega: “O sea, que no le eche la culpa al sistema, a los malos gobiernos, a sus papás y mamás, a sus familiares, a los hombres, a su pareja (sea hombre o mujer o lo que sea), a la escuela, a sus amistades. Porque eso es la libertad: poder hacer algo sin presiones u obligado, pero respondiendo de lo que se hizo. O sea, sabiendo las consecuencias desde antes”.
Entonces, continuó Moisés, “tenemos que pensar en esa niña. Ver lejos, pues. Y, mirando eso que parece muy lejano, hay que ver qué tenemos que hacer para que esa niña sea libre. Y esto es importante porque ya tenemos encima la tormenta. La misma de la que advertimos hace casi 10 años. Lo primero que vemos es que la destrucción viene más rápido. Lo que pensamos que pasaría dentro de 10 años, ya está aquí”.
Miseria tras capitalismo
Se refirió a la tierra que “está como inconforme, como protestando, pues está lo más peor: el monstruo, la hidra, el capitalismo, que está como loco robando y destruyendo. Ahora quiere robarse lo que antes no le importaba y sigue destruyendo lo poco que queda. El capitalismo ahora produce la miseria y a quienes huyen de ella: los migrantes”.