A fin de fomentar la rendición de cuentas y la transparencia en el gasto del ejercicio público, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) aplicará una vigilancia “colmena” a los municipios con sus gastos, es decir, no revisar todo el “panal”, más bien, operaciones específicas en los fondos ejercidos.
Marciano Cruz Ángeles, director general de Auditoría del Gasto Federalizado de la ASF, explicó que hay la intención de trabajar de manera coordinada, para que la gestión de las alcaldías refleje que los recursos que están recibiendo los están canalizando a obras y proyectos, y que se hayan hecho conforme marca la normatividad.
El modelo “colmena” se divide en dos etapas: la primera es un requerimiento inicial de información diversa a los municipios para conocer el estatus legal del alcalde, el tesorero y otras personalidades; esto se hizo con mil 800 municipios en el país.
Para el caso de Yucatán, Chiapas y Oaxaca, por sus características, se trabaja para tener un primer acercamiento al 100 %. La auditoría en modo “colmena” se complementa de pedir información específica de que está ocurriendo con la aplicación de los fondos y hacia dónde se canalizaron; eso se carga en una plataforma.
Todo se vigila
Lo que se recolecta se trabaja con un grupo de auditores para revisar las obras y los tipos de contratos que se han hecho. Los datos determinarán si hay operaciones que sean de interés para hacer una auditoría formal a alguno de los fondos.
El maestro en economía, recordó que los gastos federalizados son aquellos recursos que se envía a las entidades federativas y municipios, que en suma asciende a dos millones 400 mil millones de pesos.
Esto se divide en dos grandes rubros: las participaciones federales (recursos de libre disposición para la población) y el gasto federalizado programable, los cuales tienen objetivos específicos para diversos rubros.
Se mencionó que en el caso de Chiapas el gobierno del estado depende, casi, de un 95 % de los recursos del gasto federalizado, sin embargo, un promedio de unos 20 municipios dependen casi al 100 % de esas asignaciones federales.
Cruz Ángeles añadió que ese dinero los revisa la ASF y no requieren de solicitar ningún permiso a otra autoridad, simplemente pueden ejercer su facultad. Dicho lo anterior, solo con un convenio de colaboración es que el organismo similar en el estado puede revisar las participaciones federales.
De manera anual
Lo que se revisa, detalló, son años fiscales cerrados de una administración. Cuando se lleva a cabo este proceso y los auditores no encuentran los elementos de que se haya cumplido con la norma, se hace un pliego de observaciones.
De hecho, a nivel local el año pasado fueron cinco municipios donde existió un monto por aclarar de 76.3 millones de pesos. Cuando se generan los informes de resultados, existe una segunda etapa que es de seguimiento, es decir, se puede presentar la documentación para cualquier aclaración. La otra fase es la jurídica. En este momento se empiezan a personalizar quién tuvo el error.
“Esas son las reglas del juego, con eso vamos a estar trabajando con ustedes. No hay otra autoridad que les pueda estar revisando lo que le llamamos trasavilidad del recurso: cómo se recibe, cómo se autoriza y que termina en un bien, producto, obra o acción”, remarcó.
En la presentación de la “Estrategia del Modelo de Auditoría Colmena en Municipios”, Enoch Cancino Pérez, secretario de la Función Pública en Chiapas, mencionó que a nivel local hay un compromiso de que la Secretaría colabore dentro del marco del Sistema Nacional de Fiscalización.