Durante cuatro años a Paulo Arnoldo Ruiz García, se le impidió ver a su hijo Emilio, fue Gabriela Gamboa Salazar, madre del menor quien utilizó todo lo que estuvo a su alcance para evitar que padre e hijo tuvieran cualquier acercamiento.
Las constantes diferencias provocó que la pareja originaria del estado de Chiapas y radicados en la Ciudad de México, decidieran en 2011 separarse.
Fue ese mismo año que el pequeño Emilio nació, y fue en ese momento cuando a Paulo no solo se le impidió ver a su hijo, sino además se le dijo que no era el padre biológico.
Ante ello, Paulo presentó una demanda por reclamación de paternidad con la finalidad de comprobar que era el padre de Emilio, estudio que finalmente se realizó a petición de un juez, confirmando el vínculo biológico entre padre e hijo.
A pesar de la prueba de ADN y de una demanda de por medio, a Paulo se le negó una vez más ver a su hijo, por lo que presentó una segunda demanda, esta vez solicitando el cambio de guardia y custodia, donde el Juzgado de la Quinta Sala Familiar dictó sentencia a favor del progenitor.
Gabriela Gamboa Salazar, estaba decidida a no permitir que Emilio estuviera con su padre, por lo que además de apelar dicha sentencia, se llevó al pequeño a Chiapas sin notificar esta acción al juez familiar, lo que para el padre del menor se trató de un acto fuera de la ley.
Ruiz García, señaló que el juez notificó en varias ocasiones a Gabriela Gamboa para que se presentara y respondiera a cada una de las demandas, pero esto nunca sucedió.
“No solo no se presentó sino que además su abogado le dijo al juez que desconocía el paradero de ella y del hijo de su defendida, por lo que el juez ya en el ámbito federal ordenó la búsqueda, localización y presentación de mi hijo ante el Juzgado de lo Familiar”, señaló.
Fue de esta forma que se inició la búsqueda de Emilio, hasta que el pasado 23 de noviembre, elementos federales ubicaron el lugar en donde se encontraba el menor, donde cumpliendo el protocolo que establece la ley y acompañado de la familia de la madre, fue llevado de regreso a la Ciudad de México.
Paulo Arnoldo Ruiz García, dijo que en ningún momento se trato de un secuestro o rapto, como declaró la madre de su hijo, toda vez que fue el juez federal quien ordenó que el pequeño Emilio fuera entregado a su padre.