Arquitectura: un lenguaje silencioso que da identidad

La arquitecta tiene una visión particular de esta profesión. Guillermo Ramos / CP
La arquitecta tiene una visión particular de esta profesión. Guillermo Ramos / CP

Con 16 años de ejercicio profesional, la arquitecta Paulina Vega, actual presidenta de la Coordinación de Arquitectas en el Colegio de Arquitectos Chiapanecos A.C. y coordinadora de Turismo en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), representa la pasión y la evolución de una carrera que, desde su perspectiva, es “un lenguaje silencioso” que da identidad y confort a los espacios.

Es egresada de la Universidad Anáhuac Mayab en Mérida, Yucatán, en 2009, su interés por la arquitectura nació desde la infancia, atraída por las artes, el dibujo, la creatividad y la observación de las texturas y características de los objetos.

“La arquitectura es como un lenguaje silencioso. Porque tú no lo estás percibiendo así a grandes rasgos, pero lo estás sintiendo. Es algo que nos ayuda a darle identidad a un lugar, a darle confort”, explicó la arquitecta, quien agradeció el apoyo de su familia para elegir libremente una profesión en la que es pionera en su círculo familiar.

Su primer proyecto profesional, una remodelación de fachada en Tuxtla Gutiérrez, marcó el inicio de una carrera construida con esfuerzo y dedicación. “Cobré bien poquito, eran como 7 mil pesos”, recuerda con humor, destacando cómo esos pequeños trabajos la llevaron a proyectos más ambiciosos.

Vega fue testigo y partícipe de la transición del dibujo análogo al digital. Aunque en la carrera experimentó el dibujo a mano, en su ejercicio profesional siempre utilizó herramientas digitales como AutoCAD y fue de las primeras en adoptar el modelado BIM con Revit, entregando a sus clientes renders y recorridos virtuales.

Entre sus experiencias más enriquecedoras, destaca su colaboración en el proyecto City Café, realizado junto con la arquitecta Karla Fentanes.

Se trata de un edificio para la transferencia de tecnología del café orgánico de Chiapas, diseñado bajo los estrictos parámetros para alcanzar la certificación LEED Oro. “Fue un gran aprendizaje, eso de colaborar me gustó mucho”, afirmó.

“El mundo es de los valientes”

Al ser cuestionada sobre los retos de ser mujer en un sector tradicionalmente masculino como la construcción, Paulina Vega reconoció que, al principio, existían miradas de sorpresa al dirigir una obra.

Sin embargo, subraya que la constancia y la demostración de capacidades han abierto puertas.

“Creo que hoy en día ya es más habitual vernos en esta industria. No representamos ni la mitad, la verdad, pero eso ya nos ha ayudado y ha abierto un poco la puerta para las generaciones que vienen”, comentó.

Para las jóvenes que dudan en seguir esta profesión, su mensaje es claro y contundente: “Que se animen. El mundo es de los valientes. Las oportunidades ahí están. Hay que tomarlas, hay que agarrarlas y hay que seguir adelante”.

Para Vega, la arquitectura trasciende la simple construcción; conlleva una gran responsabilidad con la sociedad. “Ayuda a tener confort, a tener una mejor calidad de vida”, asegura, explicando que un espacio bien diseñado puede influir positivamente en el estado de ánimo y la productividad de las personas.

Además, resaltó el papel crucial del arquitecto en el manejo de los recursos naturales y la proyección de las ciudades. “Tenemos una responsabilidad social grandísima en todos los ámbitos, desde el urbanismo hasta el interiorismo, y en respetar nuestro entorno e incluirlo en la arquitectura”.

Una carrera de retos y aprendizaje constante

Al preguntarle sobre los mayores obstáculos, la arquitecta sonríe y admite las limitaciones físicas, pero se enfoca en el aprendizaje. “Mi carrera no ha sido lineal, ha sido una carrera siempre de retos. En todo se ha aprendido algo”.

Relata, por ejemplo, el desafío que representó hace dos años diseñar una planta de tratamiento, un proyecto complejo que la obligó a sumergirse en una nueva especialidad.

“En arquitectura tenemos que ser un poquito todólogos”, reflexiona. “No es lo mismo una casa a un tribunal de justicia. Tienes que investigar cómo se manejan distintos espacios y profesiones”.

Para concluir, en el marco de la conmemoración del Día del Arquitecto, Paulina Vega hizo un llamado a inspirarse en la profesión. Mencionó como referente a Zaha Hadid, la primera mujer en ganar el Premio Pritzker, como un ejemplo de cómo perder el miedo a hacer algo diferente.