Con más de 33 años de experiencia, Carlos Jorge Montero Hernández ha mantenido la enseñanza del arte en la elaboración de calzado regional en una de las localidades al noroeste del municipio de Cintalapa. Ha proveído a toda su familia en todos estos años.
Creación artesanal
Los “huarachos”, como él les llama, son elaborados a filo de navaja cortando llantas. Tienen características de durabilidad para asentar la planta del pie, de acuerdo a los moldes que también con sus manos ha dado forma. Adorna con cintas tejidas la parte superior del calzado que crea el efecto de agarre.
Elaboración
En la entrada del ejido Jacinto Tirado, desde el amanecer hasta que se oculta el sol, él y su familia conformada por su esposa más ocho hijos se la han pasado elaborando el calzado. Aunque algunos de los hijos mayores ya han buscado otras opciones de ingreso, siempre regresan para continuar trabajando en la fábrica de huarachos.
El artesano habría comenzado desde sus 22 años, el arte que fue adquirido por generaciones anteriores en su familia y que hoy pretende continúe a través de sus hijos, ya que también ayuda al medio ambiente reciclando las llantas que otros prefieren quemar contaminando su alrededor.