Arzobispo recibe palio del papa

Arzobispo recibe palio del papaUna renovación del compromiso de fidelidad y entrega pastoral. Cortesía

El arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González, recibió el palio arzobispal durante la Solemnidad de san Pedro y san Pablo en Roma, otorgado por el papa León XIV, en una acción que busca confirmar su comunión con la Iglesia universal.

Junto a él recibieron esta distinción Jaime Calderón Calderón, arzobispo de León, y Óscar Roberto Domínguez, arzobispo de Tulancingo, tres representantes mexicanos entre los 54 que asistieron al rito, quienes renovaron su compromiso de fidelidad y entrega pastoral.

Forma y detalles litúrgicos

El palio es una banda de lana blanca, dispuesta sobre los hombros que cae en extensiones hacia adelante y atrás, tanto sobre el pecho como la espalda, y está adornada con cinco o seis cruces.

Suele incorporarse tres alfileres de metal (clavillos) en las cruces, evocando los clavos de la Pasión de Cristo.

Cuenta con una banda de lana blanca de 4-6 centímetros de ancho, seis cruces negras -símbolo de las heridas del Cordero de Dios-, y tres alfileres en cruz delantera -hombro izquierdo y derecho con cabezas apuntando a la derecha-.

Además de lana fabricada a partir de corderos bendecidos por el papa en enero, confeccionados por monjas benedictinas, representa la imagen del Buen Pastor que carga la oveja perdida sobre sus hombros

El papa León XIV enfatizó en que no es un signo de privilegio o poder, sino de servicio y entrega desinteresada a las ovejas encomendadas al arzobispo.

Tradicionalmente los palios se colocan bajo el altar mayor, junto a la tumba de san Pedro, y luego se imponen durante la misa del 29 de junio.

La imposición del palio es vista como una reliquia de tercer grado, transmitiendo la gracia apostólica de san Pedro.