Asamblea de mujeres, en defensa de la madre tierra

Integrantes de organizaciones y colectivos de diferentes regiones de Chiapas participaron en la séptima Asamblea del Movimiento de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra y Nuestros Territorios, con el fin de buscar alternativas para continuar defendiéndolo de megaproyectos, monocultivos y divisionismo.

“Mantenemos una actitud crítica ante las situaciones que acontecen en nuestros territorios en temas políticos, económicos, sociales y todo lo que amenace nuestro entorno, lengua y nuestra vida como pueblo originario”, afirmaron en un documento dado a conocer al finalizar la reunión que se llevó a cabo en Chapultenango en días pasados.

Al exponer sus problemas por región, manifestaron que en los Altos “nos enfrentamos a una serie de dolores colectivos que nos afectan profundamente. El cansancio físico, los dolores corporales y la dificultad cada vez mayor para integrarnos en lo colectivo, son solo algunas de las consecuencias de un sistema capitalista y patriarcal que nos desgasta y desgarra”.

Añadieron que “la venta y consumo de drogas entre jóvenes y niños genera gran preocupación, especialmente en las escuelas. La división y la falta de respeto entre personas y en las comunidades agravan esta situación. Hay dolor por las desapariciones de personas, por el despojo de nuestras tierras, por la mercantilización de la vida y por la criminalización de nuestros jóvenes”.

Expresaron que “el Estado y el sistema patriarcal nos provocan rabia y desesperanza. Habitamos una sociedad que normaliza la agresión, la violencia, que se conforma y se muestra apática ante el sufrimiento ajeno”.

Además, añadieron, “el alto costo de los servicios básicos, como la electricidad, el monocultivo de grandes plantaciones y la presión social para aceptar iniciativas que nos despojan de nuestras tierras, continúan siendo causa de sufrimiento. Estos dolores se desprenden de un sistema que nos provoca miedo, coraje e impotencia. La fragmentación en las comunidades, la criminalización de los jóvenes, las desapariciones forzadas, los feminicidios y la falta de seguridad, especialmente para las mujeres, son el resultado de una estrategia de control que no nos respeta”.