La presencia del comercio informal en el centro de Tuxtla Gutiérrez continúa generando tensiones entre vendedores establecidos y ambulantes.
Durante los últimos días, elementos de la Policía Municipal (PM) intensificaron patrullajes en los alrededores de mercados públicos como Juan Sabines Gutiérrez y Rafael Pascacio Gamboa, con el objetivo de prevenir confrontaciones entre ambos sectores.
A pesar de la vigilancia, vendedores ambulantes se mantienen en las calles, lo que mantiene la inconformidad y el conflicto en el centro de la capital.
Los operativos comenzaron luego de que comerciantes formales expresaron su inconformidad por la creciente ocupación de la vía pública, especialmente en la calle central, donde aseguran, la cantidad de ambulantes aumentó de manera considerable.
Inconformidades
La inconformidad derivó incluso en reclamos directos al presidente municipal, Ángel Torres Culebro, a quien solicitaron restablecer el orden en la zona.
La expansión del comercio informal abarca una amplia franja del centro capitalino. Los puntos con mayor aglomeración se encuentran: de la 9.ª avenida Sur a la 1.ª avenida Sur, de la 3.ª calle Poniente a la 6.ª Oriente, 2.ª calle Poniente y 6.ª avenida Sur.
Además de la 9.ª Sur, 1.ª Poniente desde 2.ª Sur hasta 8.ª Sur, calle Central de 1.ª Sur a 8.ª Sur, 1.ª calle Oriente de 2.ª a 7.ª Sur y 2.ª y 3.ª calle Oriente.
En estas zonas, las banquetas y parte de la vialidad permanecen ocupadas por puestos de ropa, verduras, frutas, dulces, pan, pirotecnia, tostadas y otros productos.
Aunque se observan al menos cuatro patrullas realizando recorridos constantes, los operativos no incluyen el retiro de vendedores.
Locatarios afirmaron que esta situación no es nueva y responsabilizaron al ayuntamiento por permitir durante años el crecimiento del comercio informal.
Señalaron que detrás de muchos de los puestos existen intereses empresariales, pues, aseguraron, algunas personas distribuyen mercancía por las mañanas a grupos de vendedores, incluidos extranjeros que se han asentado en la ciudad.
De acuerdo con comerciantes formales, la tolerancia hacia los ambulantes no solo es institucional, sino también económica.
Afirmaron que muchos vendedores aseguran pagar cuotas a la presidencia municipal, y que algunos fiscales solicitan dinero adicional para permitirles instalarse en la vía pública.












