Chiapas, Oaxaca y Morelos, estados con mayor grado de marginación en la producción de maíz, tendrán una cobertura amplia en el programa “Fertilizantes para el Bienestar” este año, el cual busca contribuir a la producción de cultivos prioritarios en regiones marcadas por su potencial productivo, grado de marginación e importancia regional.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), se atenderán a nueve entidades del país; en Puebla y Tlaxcala, por ejemplo, se apoyará, además del cultivo de maíz, al de hortalizas, dada la relevancia de estos alimentos para los mercados regionales.
Refirió que con la participación de los tres niveles de gobierno, autoridades ejidales y productores, el programa de fertilizantes ha llevado a cabo trabajos de supervisión, con los cuales se busca fortalecer el padrón para llegar a más productores.
De esta forma se ha realizado la visita a productores que forman parte del padrón, con el fin de fortalecer el programa y dar de baja a personas que por diversas razones ya no se encuentran en condiciones de producir sus predios, como cambio de residencia, venta de predio y cambio de cultivos, entre otras.
Con la finalidad de apoyar también a los productores de pequeña escala de frijol, se dará atención a los estados más importantes en su producción: Durango, Nayarit y Zacatecas. En tanto que en Guerrero continuará la entrega del insumo para la producción de maíz, frijol y arroz.
Anunció que en Guerrero ya inició la entrega de fertilizantes, con más de 300 mil productores validados, con lo que se refrenda el compromiso de promover el desarrollo productivo en la entidad.
Los beneficiarios de este y cada estado podrán recoger sus apoyos en los Centros de Distribución Agricultura-Segalmex (Cedas), tras revisar los listados que forman parte de la convocatoria. Deberán identificarse con los encargados de los centros y verificar los documentos de entrega.
Cuando inició el conflicto entre Rusia y Ucrania se originaron varios efectos en la economía internacional, incluso, afectó a los productores agrícolas de Chiapas, México y del mundo, debido a un incremento considerable en el precio de los fertilizantes, toda vez que Rusia es el principal exportador de estos insumos.
Al haber restricciones comerciales impuestas por diversos países y estar en conflicto, dejarían de producir y limitar la exportación. El primer efecto a nivel global fue el incremento en el costo por la escasez, lo que impactó a los productores de pequeña escala por no poder absorber el costo que representan estos insumos sobre la producción, la cual alcanzó hasta un 50 %.