Después de dos años de negarse, quizá por la desinformación que se generó, habitantes de comunidades indígenas de la región Altos aceptaron aplicarse la vacuna contra la covid-19, gracias a la labor de los trabajadores comunitarios del sector salud.
Este viernes, pobladores tseltales y tsotsiles del Distrito de Salud II se dieron cita en la comunidad de San Isidro Las Huertas para aplicarse por primera vez la vacuna.
Personal de salud adscrito a dicha localidad informó de la importancia del autocuidado de la salud y la aplicación de la vacuna contra la covid-19.
Con el avance de la vacunación en las ciudades, las comunidades indígenas de la región Altos empiezan a comprender y aceptan gradualmente ser vacunados, a pesar de la resistencia, informó personal comunitario de salud.
Previo acuerdo de las autoridades y el personal sanitario, los habitantes acudieron a la microrregión de Corazón de María, donde fueron vacunados hombres, mujeres, jóvenes y adultos mayores de las comunidades.
Las dosis que fueron administradas corresponden a las marcas Pfizer con un total de 42, y AstraZeneca, 10.
Los beneficiados reconocieron la disponibilidad del personal médico por lograr la cobertura para la aplicación del biológico incluso en los lugares más apartados.
Entre el personal que acudió estaban la médico María de Lourdes Cigarroa Gálvez, enfermera Maribel Ruiz Hernández; Nicolás Gómez, promotor de salud y Ulises Morales Trejo, vacunador.