Niños de distintas edades pueden presentar comúnmente un mal comportamiento, sin embargo, estos episodios, que también pueden generar berrinches y llantos, no se deben a una mala educación o formación por parte de los padres, sino a diversas causas y estas son temporales.
Principales causantes
Así lo indicó Janeth Escobar, psicóloga especialista en terapia infantil, quien detalló que existen por lo menos tres razones que pueden ser las principales causantes de que los niños tengan un mal comportamiento. La primera es porque quieren comunicar algo, pero no saben cómo hacerlo, esto ocurre porque el niño aún no puede comunicarse con claridad y esto puede desencadenar un cambio de conducta.
La segunda causa puede ser porque está copiando comportamientos, esto puede ser de compañeros en su escuela o del entorno de su hogar, por ello es importante que se ponga especial atención con quiénes y cómo conviven los infantes.
La tercera causa que puede ocasionar una mala conducta es que sea un comportamiento esperado para su edad; la especialista precisó que “hay una etapa conocida como los terribles dos años, la cual suele iniciar desde los 18 meses y puede durar hasta los 4 o 5 años de edad en la que aparecen los berrinches más fuertes”.
En ese sentido, Escobar expuso que la conexión con los hijos es sin duda la mejor herramienta de la disciplina positiva, sin embargo, si lo que hacen los padres no les ha permitido lograr la conexión con sus pequeños lo mejor es cambiar la estrategia.
Se agudiza en diciembre
Por otra parte, en temporadas de fiestas navideñas, el mal comportamiento, llantos y rabietas, se debe a que a la casa de las infancias llegan personas que desconocen. “Ven su casa con más personas de lo habitual, hay música fuerte y cosas que generalmente no forman parte de su cotidianidad, sumado a que los padres están mas atentos en atender a las visita y eso a los niños y niñas los hace sentir frustrados”.
La frustración es por no sentirse atendido o escuchado, por lo que subrayó se debe reforzar la comunicación, bajar a su altura, verles a los ojos y motivarlos a expresar lo que necesitan, dijo
Cabe destacar que los pequeños pueden también presentar problemas de comportamiento temporales debido al estrés; como por ejemplo, por el nacimiento de un hermanito, un divorcio o la muerte de un miembro de la familia y situaciones similares.