Ana de la Rosa, docente e investigadora chiapaneca, expuso que en Chiapas y México existe una brecha laboral entre hombres y mujeres que representa un reto para la sociedad. De acuerdo a datos oficiales, por cada 100 pesos que gana un hombre en el campo laboral, una mujer gana 85 pesos.
Agregó que, en el país, el impacto en la calidad de vida de las mujeres sobre la desi-gualdad salarial, se reciente en el incremento de la pobreza extrema, la tasa de desempleo y las carencias, siendo más prominente esta diferencia en trabajos como la manufactura, los servicios y el comercio, en los que participa casi el 95 por ciento de las mujeres.
En los sectores en donde mayormente se mueven las mujeres y hay una mayor brecha salarial, es en servicios, manufactura y comercio, ya que a nivel nacional las mujeres ocupan el 95 por ciento de estos ámbitos, y a nivel nacional la diferencia salarial es del 24 por ciento: mientras que un hombre recibe 7 mil 300 pesos, una mujer percibe 5 mil 512 pesos.
En Chiapas, la población económicamente activa es de 2 millones 131 mil personas, de las cuales las ocupadas son cerca de 2 millones, y de estas el 30 por ciento son mujeres y el 69 por ciento son hombres, con un salario promedio salarial de 3 mil 900 pesos, el cual no se acerca ni al salario mínimo nacional.
Por lo que dijo, también se ve afectado por la fuerte tasa de empleo informal que tiene el estado, siendo un 74 por ciento de la población el que está en este esquema de empleabilidad, y en donde las mujeres ganan un 19 por ciento menos que los hombres.
El avance en la materia en México es insuficiente, y agregó que se debe replantear la pregunta de si existe un nuevo modelo laboral en México, ya que a pesar que se impulsan reformas para la equitatividad laboral, las mujeres en Chiapas y México siguen siendo las menos empleadas, como también las menos pagadas.
Finalmente, la investigadora sentenció que la desigualdad laboral se debe también a la discriminación en el lugar de trabajo, de ideologías, y que históricamente hay empleos que sólo son ocupados por hombres. Por ello, dijo, es necesario impulsar la conciliación de la vida laboral y personal de las mujeres, con mejores oportunidades en niveles de estudio y capacitación que les permita a las mujeres crecer laboralmente.