La presidenta del voluntariado “Operación Conejo” en Tuxtla Gutiérrez, Luz María Martínez Solís, explicó que durante los primeros seis meses del 2025, el grupo ha logrado apoyar a una docena de niños con enfermedades graves en hospitales públicos; mediante un programa de recolección de tapas que también busca contribuir al cuidado del medio ambiente.
A través de la recolección de tapas plásticas, el grupo ha beneficiado a niños de bajos recursos, brindándoles apoyo económico para su tratamiento médico.
“El proyecto consiste en apoyar al medio ambiente, al entorno urbano y a la salud”, señaló.
Doble propósito
La recolecta de tapas tiene un doble propósito: reducir la contaminación ambiental y generar fondos que se destinan a niños que se encuentran en hospitales públicos, principalmente en el Hospital Pediátrico.
Lo que comenzó como una iniciativa con causa social, ha crecido con el respaldo de la comunidad. Diversas instituciones, dependencias y clubes han replicado el modelo, haciendo de “Operación Conejo” un movimiento en expansión.
“La sociedad ha abrazado la causa, se ha puesto la camiseta”, agregó.
Incluso durante la pandemia, la labor no se detuvo. Con estrictas medidas de seguridad, la recolecta siguió en marcha.
“La gente llegaba en su carro, dejaba las tapas y nosotros las bajábamos sin que se bajaran. Fue un trabajo continuo y seguro”, relató.
El impacto es tangible; aunque cada recolecta varía en su capacidad de ayuda, algunas han logrado cubrir el tratamiento de hasta diez niños, mientras que otras apenas alcanzan para uno.
No obstante, cada aporte suma, ya que en lo que va del año la colectiva ha logrado apoyar a 12 niños.
“Es una causa muy buena, cada aportación que las personas hacen significa mucho. No tenemos un tope para las recolectas, todo varía dependiendo de la necesidad que el paciente tenga. De enero a junio hemos apoyado a 12 niños con su tratamiento”, puntualizó.
Finalmente, la presidenta del voluntariado hizo un llamado a la ciudadanía para continuar con el apoyo hacia la causa.