Bullying sigue presente en escuelas
El bullying se puede prevenir desde casa estando atentos a cambios en niños y adolescentes. Diego Pérez / CP

La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Inegi), registró que 11.7 millones de personas de 12 a 17 años asistían a la escuela durante 2022. De estos el 28 % manifestó haber sido víctima de acoso escolar en los últimos 12 meses, es decir, 3.3 millones padecieron este tipo de violencia.

Datos

De acuerdo a datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), el 58 % de los estudiantes que habían sufrido acoso escolar dijeron que les habían rechazado o puesto en contra a compañeros de la escuela, lo que se traduce en 1.9 millones de adolescentes.

Una de las formas de bullying que más se presentaron fueron situaciones en donde las víctimas les pusieron apodos que no les gustaron o hecho burlas en el 55.9 % de los gastos, es decir, 1.8 millones.

29.1 % de los estudiantes manifestaron que sus compañeros de la escuela les habían pegado, empujado o amenazado. En total, 948 mil personas adolescentes habían sido víctimas de esta forma de violencia en el país durante 2022.

Bullying, multifactorial

Ivonne Acosta, licenciada en psicología, con maestría en psicopedagogía y un doctorado en alta dirección y negocios, con 14 años de experiencia, manifestó que, el bullying tiene varias características que los desencadenan como aspectos psicológicos, sociales y escolares.

En el caso de factores individuales tiene que ver con la falta de habilidades socioemocionales en el adolescente y en el niño. “No tienen facilidad de gestionar sus emociones, de poner límites, de comunicarse”, dijo.

“Otro factor es la necesidad de ser visto y de tener el control, en el caso de la persona que ejerce el bullying, careciendo de empatía sin dimensionar las consecuencias. En la víctima por lo general hay baja autoestima.

Actualmente los papás, en el día a día y en los compromisos que tienen que cumplir, no le dedican tanto tiempo a enseñar a gestionar las emociones, prácticamente le dejan todo a la escuela, sin embargo, este tema y la cuestión de los valores y responsabilidades sociales debe empezar en casa.

“La falta de supervisión desde casa, lo que ven en medios digitales, lo que escuchan, con quiénes se relacionan, quiénes son sus amigos, sus intereses, si hay violencia física o verbal en su hogar, agresiones verbales, todo eso influye en el comportamiento de los niños y adolescentes”, asegura.

Experiencias positivas

En la infancia, dijo, es crucial que vivan experiencias positivas, acompañados de sus padres, porque es la etapa que a nivel cerebral se van formando los hábitos y la personalidad, hay una neuroplasticidad mayor.

“De lo contrario, al llegar la adolescencia hay cuestiones hormonales y neurológicos, que, junto con otros factores, será más fácil que se presenten conductas negativas, pudiendo convertirse ya sea en víctimas o victimarios del bullying”, relató.

La falta de supervisión escolar también juega un papel importante. De capacitación a los docentes para que identifiquen e intervengan de manera correcta ante una posible situación de acoso escolar.

“Muchas veces las escuelas no se preocupan en capacitar a los docentes para ayudar a los niños y adolescentes a tener habilidades socioemocionales, la falta de intervención y supervisión prevalece en muchas escuelas”.

Maestros sin autoridad

José Luis Zúñiga Basilio, maestro de Telesecundaria, comentó que, en los últimos años se le ha restado autoridad al docente para poder llamar la atención de sus alumnos.

Consideró que el propio Estado ha desvalorizado la labor docente tachándolo como irresponsable. Es un fenómeno que ha impactado en el trato en las escuelas, es muy común hoy día que los padres lleguen a exigir cuando se les llama la atención a los menores.

Sobre las campañas y programas que realizan las autoridades educativas contra el bullying, el docente refirió que, aunque se hagan cada año no tienen mayor trascendencia porque no les dan el seguimiento necesario y pareciera que solo lo hacen por cumplir.

La especialista Ivonne Acosta comentó que los padres y madres de familia deben estar atentos a los cambios en la conducta de sus hijos, incluso físicos. Si se aíslan, si muestran tendencia a ser agresivos, si hay moretones, falta de apetito, exceso o falta de sueño, además, estar pendiente de lo que ven en redes sociales y en la televisión.

Es clave crear un canal de confianza para que se acerquen y tengan comunicación y en caso de ver situaciones fuera de lo habitual, lo mejor es acudir con un especialista, no hay que ignorar ningún cambio abrupto.