Las trabajadoras y trabajadores burócratas de Chiapas están en estos momentos en un estado de indefensión, debido a que la dirigencia sindical quedó acéfala, puntualizó Olga Mabel López Pérez, quien representaba a la planilla verde para la nueva elección del sindicato.
Comentó que autoridades del juzgado especializado en materia burocrática informaron que todos los actos después del 2 de octubre no tienen validez, debido al vencimiento de funciones de la última secretaria general.
Para que la convocatoria tuviera validez, dijo, la pasada dirigencia debió inscribir el documento a fin de que se pudiera otorgar la toma de nota después de la votación para renovar la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Chiapas, sin embargo, se presentaron irregularidades.
Asamblea
Por esta situación, explicó, la planilla verde no está realizando actividades alusivas a una elección; lo que debe venir ahora es la realización de una asamblea, para ir reponiendo el proceso y continuar con la protección a más de dos mil 400 personas trabajadoras.
Comentó que desde octubre a diciembre han transcurrido dos mesen sin dirigencia y sin alguien que los guíe como Sindicato.
López Pérez comentó que aunque en un principio se tenía programada la elección para este mes de diciembre, se trata de un proceso que no tendrá validez, la única ruta que tiene la burocracia es organizarse para realizar una asamblea como máxima autoridad cuando no tienen una dirigencia o secretaria general.
Enfatizó que trabajadores y trabajadoras tienen el derecho de asistir a esta reunión, para determinar un comité electoral que contará con la facultad para sacar una nueva convocatoria de renovación sindical.
Con esto vendría la reposición de todo el procedimiento para dar espacio a todas las planillas que quieran inscribirse y pedir el apoyo de la base para consolidar la nueva dirigencia.
Consideró que la base trabajadora está puesta para llevar a cabo la asamblea y se requiere del 50 % más uno para que los acuerdos que ahí se tomen tengan validez.
Que la base trabajadora se mantenga en un estado de indefensión, comentó, puede acarrear algunas consecuencias, como el hecho de que haya despidos sin defensa, que se retrasen entregas de seguros de vida u otros apoyos.












