Buscan frenar desperdicios en industria alimentaria

Actos cotidianos como abrir el refrigerador, observar y desechar la comida más intrascendente pareciera algo normal, sin embargo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que entre el 8 y 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están asociadas a alimentos que nunca se consumieron.

La maestra en Nutrición y Alimentación Sustentable de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Andrea Román Molina, realizó una investigación sobre la cantidad de comida que desperdicia la industria alimentaria de Chiapas.

El objetivo, explicó, es reducir el desperdicio y mantener un registro, pues hasta realizada su investigación no había una cuantificación de cuánto alimento se desprecia en la entidad ni qué acciones se deben tomar para evitarlo.

Román Molina centró sus estudios en una empresa productora durante seis meses, periodo en el que detectó se desperdician 420 kilos de alimentos, algo que catalogó como significativo, sobre todo “al tratarse de un sistema de producción de alimentos”.

Informe

En el país, de acuerdo con el Banco de Alimentos de México (BAMX), organización de la sociedad civil sin fines de lucro, un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto, que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria.

La investigadora realizó una bitácora de cada línea de producción para observar qué productos eran óptimos para otros desarrollos y evitar que fueran merma o basura, y a través de ellos generar otros productos como mermeladas, deshidratados, budines y pan para empanizar.

La contribución social, resaltó, es evitar la mala alimentación para generar una seguridad alimentaria a la población chiapaneca, a la par de evitar problemas de malnutrición o un exceso de consumos que generan problemas de salud.

De acuerdo al índice de desperdicios de alimentos en 2021 del PNUMA, se estima que el 61 % provino de hogares, 26 % del servicio de alimentos y 13 % restante del comercio minorista, como supermercados o pequeños almacenes.