Representantes de artesanas textiles de la entidad realizaron un conversatorio sobre la importancia del vestido en las tradiciones chiapanecas, en el cual destacaron la reinvidicación de la cultura a través de los textiles, así como el cuestionamiento sobre lo que representa para las mujeres indígenas y urbanas, y qué tanto fortalece su identidad.
Al respecto, María de Lourdes Pérez Enríquez, de la comunidad 20 de Noviembre del municipio de Huixtán y participante en el conversatorio, dijo en entrevista que para ella portar textiles de este municipio le representa fuerza, lucha, trabajo constante y ancestral; el cual vio en su abuela y en su madre que se dedicaron al bordado tradicional.
Sin embargo, destacó que los textiles, como patrimonio cultural, deben reforzarse de manera legal y constitucional, esto al referirse sobre la apropiación cultural por parte de diseñadores, empresas y marcas extranjeras que comercializan los diseños que ellas elaboran, los cuales tienen un significado cultural.
Resaltó que limitarse a solo proteger los textiles o el arte en ellos no solo se trata de leyes, sino de mejorar la economía de quienes lo elaboran
“Debe haber una política pública adecuada para la protección de nuestros textiles y también mejorar la economía en ellos, porque solo ser artesana o artesano no te va a sacar de la pobreza”, dijo.
En el aspecto económico, destacó, que más allá de recibir apoyo en cuanto a materiales a utilizar por parte de las dependencias, se trata de innovar para evitar la tergiversación de los textiles y sus significados. “Se trata de no modificar lo que tenemos común, esencia pura”, dijo Pérez Enríquez.
Asimismo, opinó sobre el padrón de artesanos y artesanas que tiene el Instituto de las Artesanías, que si bien llevan un control, no están todos incluidos en ella, en especial, quienes han sido víctimas de desplazamiento forzado.
“Esta bien tener un banco de datos de artesanos, pero las artesanas y artesanos que no está en ese banco de datos no se les voltea a ver; porque yo conozco a artesanos de Huixtán que están en Ocosingo por desplazamiento forzado religioso y ellos no están en ese banco de datos”, expuso.
Finalmente dijo que son muchas aristas las que viven los artesanos, pues pese a contextos de desplazamiento de violencia o por motivos religiosos, al encontrarse en otro lugar preservan su identidad a través de los textiles y otros artículos que les permite manifestar su cultura y portarla con orgullo.