Además de los efectos negativos que provocan al organismo por su consumo frecuente, los refrescos embotellados de cola causan un severo daño a los dientes por la alta cantidad de azúcar que contienen, algo que pocas personas toman en cuenta hasta que presentan caries en fases avanzadas.
Muchas personas tienen la idea de que al ser líquidos no causan ningún daño en los dientes, pero las partículas sí quedan en la boca y al consumirlos a cualquier hora del día sin una higiene dental pronta, las caries comienzan a formarse con facilidad.
Así lo explica el cirujano dentista con más de 30 años de experiencia en odontología, Filiberto Darío Pérez Díaz. Dice que, después de tomar un refresco de cola la recomendación es cepillarse 30 o 60 minutos después, para que el azúcar no haga tanto daño.
“El detalle es que mucha gente toma los refrescos embotellados como si fueran agua, para hidratarse y quitarse la sed, a cualquier hora del día, sobre todo fuera de casa, y pasan varias horas hasta que se cepillan”.
Ese tiempo que transcurre el azúcar queda sobre las estructuras dentales y se degradan con los fluidos bucales, produciendo la desmineralización del esmalte y por ende las caries.
¿Y el café?
Otra bebida bastante consumida hoy día en cualquier momento del día es el café, al respecto, el especialista dijo que no hay estudios de que generen tanto daño por caries a los dientes, pero si provoca mucha pigmentación.
El diente puede estar sano, pero su coloración puede ser café o amarillo, algo que hoy día no se considera estético. “En cambio el azúcar sí repercute en la estructura, ya no se ve café, sino más oscuro o incluso negro, lo que debe tomarse como alerta”.