Hay varios fenómenos que incrementan el tema de hambre e inseguridad alimentaria, como los efectos del cambio climático. Varios países implementan planes de resiliencia para hacerle frente, incluyendo México, como los bancos de germoplasma de semillas para rescatar el patrimonio agronómico.
También el rescate de productos de la biodiversidad alimentaria, ante la importante pérdida que se ha registrado en los últimos años. Las dietas actuales tienen pocos grupos de alimentos, cuando la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan una dieta de mayor biodiversidad.
Israel Ríos, oficial de nutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONU FAO) para América Latina y el Caribe, comentó que se debe procurar el rescate de productos infravalorados, subutilizados de la milpa, que permitan combatir el hambre y la inseguridad alimentaria y a su vez, la malnutrición.
Hay preocupación en México, dijo, sobre el aumento de desnutrición infantil y deficiencias de micronutrientes que se concentra en algunas áreas, la FAO acompaña al gobierno mexicano trabajando con pequeños agricultores, para que no solo produzcan para subsistencia, sino que tengan excedentes y puedan comercializar más producto.
Mencionó que la FAO busca lograr la seguridad alimentaria, combatir todas las formas de malnutrición y mejorar los sistemas productivos; se enfocan en acceso y consumo de dietas saludables, mejorar la nutrición para grupos vulnerables, inocuidad en alimentos, pérdidas y desperdicios de alimentos y mercados justos y transparentes.
Además se trabaja para colocar reglas claras para la comercialización de alimentos y promover los sistemas públicos de abastecimiento, que permitan la adquisición de productos saludables de producción local que permitan hacer frente a emergencias o para programas sociales, como de alimentación escolar.