El impacto en la salud humana de los efectos del cambio climático es cada vez más evidente en los últimos años. Este fenómeno se ha resentido con mayor fuerza en México y el mundo, con cambios en los patrones de lluvias, precipitaciones más extremas, temporadas de calor más intensas, entre otros.
Emmanuel Díaz Nigenda, profesor-investigador en el Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático, de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), comentó que estos fenómenos y sus efectos se han estudiado desde hace años.
Con la generación de investigaciones se ha generado información respecto a la incidencia de estos cambios globales sobre la salud, debido al desarrollo de ciertas condiciones; por ejemplo, al tener temperaturas cada vez más altas, la incidencia de enfermedades gastrointestinales aumenta.
Durante la temporada de sequías o calor también hay otro efecto, que son los incendios forestales que resulta en concentraciones cada vez más altas de contaminantes o partículas durante varios meses cada año, lo que afecta la salud de la población, sobre todo aquellos con enfermedades respiratorias.
“También durante las sequías, que esta vez fue muy intensa, larga y prolongada y que el régimen de precipitaciones fue muy bajo, pone en incertidumbre la seguridad alimentaria, porque la poca producción de alimentos va provocar escasez y por ende desnutrición”, aseguró.
Los cambios en la distribución de las temperaturas favorecen la proliferación de las enfermedades transmitidas por vectores, que quizá estaban muy localizadas en algunas zonas, pero las condiciones favorables para su reproducción se han extendido, generando casos en lugares que antes no había.