Los manglares albergan diversas especies de fauna amenazadas y en peligro de extinción, también aportan alimentación, refugio y zona de anidación a especies residentes y migratorias de aves; sin embargo, el cambio climático ha tenido un efecto negativo en estos ecosistemas.
Tan solo en la Reserva de la Biósfera La Encrucijada y el Santuario Playa de Puerto Arista, con una superficie de más de 28 mil hectáreas, se concentra el mayor número de manglares en la entidad, al representar casi el 61 % de la superficie total.
Ecosistema
Además de la importancia ecológica, estos ecosistemas juegan un papel muy importante para las actividades socioeconómicas de los habitantes de las regiones cercanas, como la pesca en localidades de Tonalá, Pijijiapan y otros municipios de la costa.
Recientemente, Raimunda Santana, consultora del Instituto Trilhas, en San Cristóbal de Las Casas, presentó la plática “Manglares frente al Cambio Climático: Estrategias Comunitarias para su Conservación”, a pescadores de Pijijiapan.
En su intervención abordó de manera participativa los conceptos de manglares, sus características, el cambio climático, su restauración y los beneficios ecológicos, económicos, climáticos y sociales que estos ecosistemas proporcionan.
Principales
También destacó las principales amenazas que enfrentan los manglares. Subrayó la importancia de los programas de educación ambiental, la participación comunitaria y la creación de políticas locales como estrategias viables para la conservación comunitaria de estos ecosistemas.
Los manglares de México representan el 6 % del total mundial, presentes en los 17 estados de la República que tienen litoral, ocupando el cuarto lugar de los países que poseen este ecosistema.
De acuerdo al investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Cristian Tovilla, “una buena cantidad de superficie cultivada en manglares se ha perdido, tanto por invasiones como por actividades agropecuarias, el cambio de uso de suelo ha sido el factor determinante”.