El cáncer cervicouterino es una enfermedad muy frecuente, porque al ser silencioso en las primeras etapas se detecta cuando ya está avanzado. Sin embargo, es de los más prevenibles que existen desde edades tempranas como con la vacunación contra el VPH y el papanicolaou.
José Francisco Escobar Penagos, especialista en oncología, comentó que un diagnóstico puntual siempre va significar mayor oportunidad de curación, aunque mencionar o decir que existen datos exactos es difícil porque depende del medio donde se hable, lo que sí se ha identificado es el rango de edad con más incidencia, después de los 25 años.
Está demostrado que entre un ingreso económico más bajo puede acompañarse de un menor porcentaje de población vacunada, y por tanto, la frecuencia es mayor. En un país con alto desarrollo puede ser muy raro el padecimiento, mientras que en otros países como México o regiones de Sudamérica está entre los cinco más frecuentes.
Casos curables
Las etapas más tempranas son asintomáticas, conforme avanza se presentan algunos que se pueden asociar, como sangrado posterior al coito, flujo o sangrado transvaginal, por lo general cuando se da esto el cáncer ya está avanzado y el tratamiento es más complicado.
El reto principal es detectar este tipo de cáncer cuando va iniciando y no hay molestias, además, prevenirlo detectando las lesiones premalignas que son curables prácticamente en el cien por ciento los casos.
Si bien el factor principal para este cáncer es la infección por el virus del papiloma humano, hay otros que pueden incrementar el riesgo, como el tabaquismo, sobrepeso, la actividad sexual, número de embarazos.
En general el tratamiento es complicado porque requiere de procedimientos combinados, tanto en el sector público como en el privado. “Es posible, pero el punto sería no llegar a eso, que los casos fueran detectados en etapas tempranas o antes”.