Caravanas surgen por la falta de atención

A unas horas de la llegada de los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Guatemala, Bernardo Arévalo, migrantes de diversas nacionalidades que buscan regularizar su estancia en territorio nacional, denunciaron la tardanza de hasta seis meses en darles una cita para su atención, obligándolos a irse en caravana hacia el norte del país.

La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en sus oficinas del centro de Tapachula, atiende unas 300 solicitudes de asilo al día y no cuenta con personal suficiente ni capacitado, provocando grandes filas y malestar entre los vecinos, además de afectaciones a la salud de los extranjeros por las altas temperaturas.

Decenas de migrantes pernoctan en las banquetas en espera de las resoluciones a sus peticiones de asilo, y al no encontrar respuestas deciden irse caminando con el riesgo de ser detenidos y deportados.

Ayer miércoles, unos 300 extranjeros —por ese mismo motivo— abandonaron Tapachula con rumbo al centro del país y pasaron por el centro provisional de atención de la Comar, ubicado en el Parque Ecológico Los Cerritos, pero tampoco ahí los atendieron.

Tras varias horas, también cruzaron el puesto de control migratorio Viva México, al igual que el de Huehuetán, para llegar hasta la ciudad de Huixtla, en donde se concentraron, y de ahí continuarán en la ruta de todas las caravanas migratorias para abandonar Chiapas.

Durante la reunión de los presidentes de México y Guatemala, uno de los principales temas que serán tratados es precisamente el de la migración, toda vez que miles de extranjeros cruzan a diario por la frontera común, buscando alcanzar el “sueño americano”.