Javier Ruiz Morales, presidente de la Asociación Chiapaneca de Casas de Empeño (Achice), dio a conocer que el estado de Chiapas, a nivel nacional, es de los que más impuestos cobra a este sector, lo que acarrea una serie de afectaciones.
Expuso también que es donde resulta más complicado realizar los trámites para abrir un establecimiento de esta naturaleza a nivel nacional.
Citó el ejemplo de la Ciudad de México, donde no se paga un impuesto extraordinario por la apertura de un establecimiento, mientras que en la entidad se tiene un impuesto extraordinario de casas mutantes.
Es por ello que se paga 47 mil pesos anuales por cada casa de empeño, aparte, se tiene que pagar los impuestos normales.
“A nosotros nos exigen realizar un estudio de protección civil, el cual nos sale en 10 mil pesos, y aunque sea repetitivo, se tiene que hacer año con año; se tiene que tener el Registro Nacional de Casas de Empeño, por el cual anualmente se pagan seis mil pesos; otro impuesto es el de apertura o refrendo que cuesta 890 pesos. Sumado todo ello, nosotros salimos pagando más que una agencia de autos, por ejemplo”, expresó.
Todo esta situación ha metido en aprietos a los empresarios de este sector y actualmente operan en números rojos, pero lo peor es que en este 2021 ha cerrado el 30 por ciento de las casas de empeño formalmente establecidas.
Pero eso no es todo, el representante de este sector señala que existe otros dos impuestos que deben pagar de manera anual, por anuncios y por la recolección de basura.
Esto ha sido uno de los factores por los que han cerrado varios establecimientos en Chiapas.
En Chiapas, hasta 2020, eran 19 casas de empeño pertenecientes a la Achice, no obstante, en el 2021 quedan únicamente 13, ya que han cerrado más; en Tuxtla fueron cuatro, en San Cristóbal una, y otra en Comitán, lo que habla de la crisis que afecta a este sector que opera a contracorriente en el estado.