Caso Cassandra: tres meses sin respuestas
Isabel, su madre, asegura que las autoridades no tienen a nadie bajo investigación. Cortesía

“Mi hija Cassandra es una de las mil 228 personas desaparecidas, según el ‘Reporte Nacional de Personas Desaparecidas’. Soy madre de Cassandra Isabel Arias Torres, una joven de 18 años de edad que fue secuestrada el 17 de diciembre del 2022 en un salón de fiestas de Berriozábal”, contó Isabel Torres durante el mitin del pasado 8 de marzo.

Cassandra estaba muy emocionada por la boda de su madre, tanto que le regaló el vestido y le ayudó con los preparativos.

Ese día Isabel se preparó en la casa de Cassandra, y cuando se dirigieron a la celebración su hijo de 13 años (hermano de Cassandra) le comentó que tenía un mal presentimiento. Trataron de tranquilizarlo y emocionados continuaron con la boda.

Isabel recuerda que se sintió triste porque llegaron pocos invitados, debido a algunas diferencias familiares, pero la joven la animó y siguieron pasándola bien.

Supuesto secuestro

No esperaban lo que sucedería momentos después, cuando más de 10 hombres vestidos de negro, encapuchados y con armas largas descendieron de camionetas negras y se identificaron como Ministerio Público.

Algunos encapuchados se quedaron afuera y otros ingresaron al salón de fiestas, “dijeron: ‘¡Todos abajo!’, y los invitados y yo nos metimos abajo de la mesa y escuché que mi hija gritaba para saber dónde estaba su hijo”.

Con agresividad le quitaron los teléfonos móviles y carteras a los invitados, llevándose a Cassandra y a su novio, al hermano de Isabel y al tecladista que ambientaba la boda. “Se llevaban como a 10 esposados, pero al resto los dejaron en la entrada”. El músico y el tío de Cassandra fueron liberados un día después.

“Yo no quiero culpar a nadie, no quiero meterme en conflictos con nadie ni vengo aquí a dar un discurso político”, dijo Isabel en su participación en la marcha por el Día Internacional de la Mujer, en donde cuestionó por qué el 17 de diciembre no había policías en Berriozábal.

La presencia policíaca

Isabel relató que al lugar de los hechos llegaron algunos elementos de las Policías Estatal, Municipal, Guardia Nacional y Sedena mucho después de los hechos; además, durante la declaración, los uniformados grabaron a la familia y “nunca nos dijeron para qué”.

“Al terminar de dar la declaración le preguntaron a mi esposo si íbamos a meter la denuncia, respondimos que sí y el policía nos preguntó si estábamos seguros de que ‘podríamos’ contra esa gente”.

Cuando el esposo de Isabel estaba declarando escucharon disparos afuera del salón. “Les dije que fueran a ver, que tal que ahí tenían a mi hija y se quedaron viendo entre ellos, decían que sí pero nadie se movió”.

“Díganme dónde estaban las cámaras de seguridad que tanto fueron afamadas en Berriozábal. Por qué buscan a mi hija Cassandra, por qué no hacen una brigada de búsqueda cuando ya hice la solicitud hace más de un mes. ¡Nos falta mi hija! ¡Nos falta Cassandra!”, protestó Isabel.

La madre de Cassandra relató con tristeza que la población en lugar de apoyar en la búsqueda y exigir seguridad en el municipio, juzga a su hija por los tatuajes y la vida libre que llevaba con su hijo, mismo que el pasado 10 de marzo fue su cumpleaños y no hizo más que preguntar por su mamá.

Isabel también desmintió “rumores sin fundamento” que aseguran que la fiesta era de delincuentes. “Se rumoran muchas cosas del novio de mi hija, a mí nada me consta, yo solo veía que trataba bien a Cassandra y ella se dedicaba al negocio de las uñas acrílicas”.