Hay una disminución en la población de diferentes especies de insectos en el mundo, incluso hay muchas que están en peligro de extinción y seguramente varias se han extinguido; si esto continua el impacto ambiental sería muy fuerte por su gran importancia biológica.
Benigno Gómez y Gómez, académico-investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), comentó que el 75 % de las plantas que producen alimentos y flores son polinizadas por insectos, y no solo por abejas, si estos desaparecen la producción de los cultivos termina.
También hay muchas especies que contribuyen a la degradación de la materia orgánica, cómo escarabajos; la regeneración de selva es gracias a diversos insectos que transportan las semillas de un lugar a otro. “Tienen muchas incidencias que si desaparecen se generaría una crisis global bastante fuerte”, dijo.
Refirió que los insectos también son muy relevantes para el ser humano, porque los consumen, utilizan como medicinas y otras son consideradas como plagas y causan enfermedades.
El investigador dijo que en los últimos años se ha hablado que los insectos son una opción de alimentación para todos los humanos, por su alto contenido proteínico, pero si las amenazas siguen esto no será posible.
Se ha reflexionado si el consumo que ya se práctica en algunos lugares impacta en sus poblaciones, la realidad es que si se realiza como en origen se hacía, no, pero en ponerlos de moda o como platillos exóticos genera una demanda excesiva.
Eso se vuelve una amenaza porque cada vez más personas buscan al insecto para venderlo, como el nucú, el zats, el chapulín, incluso fuera de sus ciclos de reproducción y eso merma sus poblaciones.
En Ecosur trabajan en la investigación sobre insectos desde 1998, siendo pioneros en México. Poco a poco se han ido sumando otras instituciones locales y nacionales y se retoma en las universidades.