Catedral de San Marcos, corazón de la chiapanequidad

En el centro de Tuxtla Gutiérrez, donde la vida fluye entre mercados, plazas y el ir y venir de su gente, se levanta majestuosa la Catedral de San Marcos. Más que un templo, este sitio es el alma de la ciudad, un punto de encuentro donde la historia, la fe y la cultura se entrelazan en una experiencia única para quienes la visitan.

Un recorrido por la historia y la fe

Construida en el siglo XVI, la catedral ha pasado por varias remodelaciones, pero conserva su esencia colonial. Su fachada blanca y sencilla esconde un tesoro arquitectónico en su interior: un retablo dorado que enmarca al santo patrono, San Marcos, y una serie de vitrales que iluminan con colores la nave principal. Sin embargo, lo más emblemático es su torre-campanario, que cada hora da vida a un carrillón de figuras en movimiento representando a los doce apóstoles, un espectáculo que maravilla a locales como a turistas.

Experiencias únicas

Puedes disfrutar del carrillón y su espectáculo de figuras móviles. Cada hora, al sonar las 48 campanas, es un gozo poder apreciar la salida de los 12 apóstoles de la torre de la Catedral Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, al compás de una melodía litúrgica clásica o tradicional. Así mismo, puedes participar en una misa y conocer la calidez de la comunidad local o tomar fotografías del hermoso atrio y la plaza central.

Sabores cercanos: dónde comer

Después de la visita, el hambre llama, y a los alrededores de la catedral hay opciones deliciosas para probar la gastronomía chiapaneca:

Pozol chiapaneco: excelente idea para degustar de algunos de los platillos típicos de Chiapas, además de la bebida tradicional: pozol de cacao, con mucho hielo.

Café Jade: ideal para un café chiapaneco y un postre, con un ambiente tranquilo y acogedor.

Taquitos: para los amantes de la comida rápida, pero con sabor local, ofrecen tacos y antojitos chiapanecos a buen precio.

Voces

Muchos ciudadanos visitan frecuentemente este espacio, para Jorge Morales, un joven de preparatoria, este lugar representa un destino romántico.

“La catedral y su atrio es un buen lugar para relajarte. Yo vengo con mi novia a comernos un raspado o simplemente a platicar. Además de que alrededor hay muchos lugares para comer y son económicos, pasamos un rato agradable”.

Tal vez como Jorge puedas encontrar al amor de tu vida aquí.

Para la señora Ana Ramírez, una ciudadana ama de casa, visitar la catedral significa un momento de distracción y disfrutar de un buen pozol bajo la sombra de un árbol como todo gran chiapaneco.

“Me gusta venir a la Catedral y la plaza central porque me ayuda a distraerme, me gusta ver cómo las personas se reúnen aquí y claro con el calor y el sol, siempre es buena idea disfrutar de un pozol de cacao”.

Un punto obligado

La Catedral de San Marcos no es solo un edificio religioso: es un reflejo del espíritu chiapaneco, donde el arte, la tradición y la devoción se mezclan en un mismo lugar. Ya sea para admirar su arquitectura, disfrutar del carrillón o simplemente sentarse en la plaza a ver la vida pasar, este rincón de Tuxtla Gutiérrez es, sin duda, una parada obligatoria para quienes desean conocer el corazón de la ciudad.