Celebraciones litúrgicas a través de redes sociales

El arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, reiteró el llamado a la ciudadanía a quedarse en casa e invitó a seguir las celebraciones litúrgicas por los medios de comunicación con las que cuenta la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez y sus redes sociales ante la emergencia sanitaria que se vive actualmente.

Dijo que conscientes de su responsabilidad en la prevención del contagio por el Covid-19, desde el 18 de marzo determinó suspender toda actividad que implique la reunión de personas, incluidas las celebraciones litúrgicas, decisión que fue reiterada el 22 y 31 de marzo en las notificaciones entregadas a los párrocos y sacerdotes, dadas a conocer en sus medios oficiales.

Tras haberse difundido imágenes de que en varios templos católicos y municipios se desarrollaron actividades religiosas por el Domingo de Ramos, en lo que respecta a la Arquidiócesis de la capital chiapaneca, externaron con preocupación y sorpresa la información sobre la presencia de numerosos fieles en el templo expiatorio del Señor del Calvario, ubicado en el primer cuadro de la ciudad.

A través de un comunicado relataron que “enseguida se contactó al sacerdote responsable de este templo, el párroco Rogelio García Cruz, para darnos su versión de lo ocurrido.

“El sacerdote reportó que lo dado a conocer en redes sociales no corresponde exactamente a lo que en realidad sucedió, ya que no se trataba de ninguna celebración litúrgica pública, pues la Santa Misa fue celebrada a las 07:00 a.m. en privado (de la que hay fotografías y video), sino que al ser una zona altamente concurrida por encontrarse a unos pasos de un conocido mercado, se encontraban numerosos vendedores de palmas provenientes de diversas comunidades que tradicionalmente las comercian a la entrada del templo ese día”.

Continuaron que “las personas que compraban palmas aprovecharon a entrar para orar en el templo alrededor del mediodía, hora en que el mercado está más activo.

“Al percatarse de esta situación, el sacerdote cerró el templo para evitar posibles riesgos y se ha decido que permanecerá cerrado hasta el fin de la contingencia.

“Como iglesia sabemos que la mayor prioridad en estos momentos es cuidar nuestra salud y la de los demás, pues son tiempos de unidad y de fraterna solidaridad”.