Encabezados por la actriz y activista, Ofelia Medina, decenas de personas celebraron este domingo en San Cristóbal con la lectura de sus poemas, los cien años del natalicio de la escritora chiapaneca, Rosario Castellanos.
“Fue lectura de sus poemas y cantarle las mañanitas; fue una celebración de su vida de una manera muy humilde y familiar entre amigos, pues un 25 de mayo de hace 100 años nació nuestra Rosario Castellanos que aunque nació en el Distrito Federal por accidente, es la voz de Chiapas, mujer avanzada chiapaneca”, dijo Medina.
Agregó: “la celebración es entre amigos; puros cuates le estamos celebrando y muchos de nosotros traemos el poema favorito de Rosario para leerlos”.
Legado
En entrevista señaló que Rosario “era una mujer avanzadísima y apenas ahorita le están dando el golpe”.
Ofelia y las demás personas se reunieron desde las 3 de la tarde en el restaurante Belli, situado en el centro de San Cristóbal, donde compartieron los alimentos y alguna copa de vino para celebrar a la escritora comiteca.
Una a una fueron pasando varias personas, entre ellas la propia actriz, a leer algún poema de Rosario.
Acompañados por un músico, los asistentes al acto, varios de los cuales llegaron bajo una fuerte lluvia, le cantaron las mañanitas encabezados por Medina.
Al acto asistió Gonzalo García Barcha, hijo del escritor Gabriel García Márquez, quien junto con Ofelia presentará este lunes el libro con el cuento del Nobel de literatura titulado “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, traducido al tsotsil y al tseltal.
Traducción a lengua originaria
Gonzalo dijo en entrevista que es la primera vez que una obra de su padre se traduce en lenguas originarias. “Es sorprendente, nos hubiera gustado decir que no, pero en efecto es la primera vez que se traduce. Nos gustaría mucho que se siguiera traduciendo, nos gustaría mucho que se tradujera también en Colombia; García Márquez era de una zona con mucha influencia indígena, sobre todo de los grupos wayuu, y bueno, es un punto de partida; ojalá que haya otras oportunidades para hacer este tipo de ejercicio en otros idiomas”.
Añadió que la traducción de la obra al tsotsil y tseltal “es una iniciativa de la Casa de la literatura de Gabriel García Márquez, dirigida por Emilia García Elizondo, mi hija, y desde luego de Ofelia también”.