La celebración religiosa a San Francisco de Asís, en el barrio homónimo, ha conservado su esencia a lo largo del tiempo, desde los años 60, cuando comenzó a realizarse en una pequeña capilla. A la fecha, decenas de feligreses acuden a las misas y demás actividades que finalizan el 4 de octubre.
Este viernes, los creyentes acudieron desde temprano a su iglesia para cantarle las mañanitas a su santo patrono en punto de las 6 de la mañana. Con arreglos, flores y veladoras en mano, los asistentes, principalmente vecinos del barrio, se acomodaban en las bancas para la eucaristía.
Los mariachis no podían faltar para acompañar a las diferentes familias que llegaban con los enrames en honor a San Francisco. Esta fiesta religiosa es una de las más grandes y majestuosas de la capital chiapaneca, porque mantiene su esencia gracias a la unión de los vecinos.
A las 10 de la mañana fue la segunda eucaristía, después, una familia estaba preparada para regalar un delicioso pozol a todos los presentes, como una forma de mostrar su fe y alegría a San Francisco. Este día, también se realizó la tradicional coronación a la imagen del santo patrono.
Durante nueve días, los creyentes celebran a su santo, a la par se instala la feria en toda la primera poniente desde la 10 hasta la 14 Sur, con puestos de comida, antojitos, juegos mecánicos y muchos atractivos más. El barrio se llena de luz y vida durante toda la celebración.
El padre Gustavo López Mariscal, vicario de la parroquia, comentó que San Francisco es originario de Asís, Italia, sus orígenes se remontan a cuando prefirió dejar a un lado sus riquezas y entregar su vida a evangelizar, para combatir la pobreza, fomentar la paz y el amor en la humanidad.