Con una misa, pozol y comida zoque, terminó la celebración en honor a Jesús, el Señor de Los Milagros, en su capilla ubicada en el barrio del mismo nombre, al sur poniente de la ciudad. La comunidad, formada en su mayoría por personas de la tercera edad, cerró el novenario.
Desde el 7 de enero dio inicio esta celebración, con la procesión del Señor alrededor del barrio, acompañado por vecinos y feligreses que cada año están presentes, con fe, agradecidos por los milagros que dicen, les ha hecho a lo largo de su vida.
Novenario
Durante nueve días se realizaron, además de eucaristías, actividades culturales y artísticas, con participación de diversos grupos, desde niños hasta adultos. A las afueras se instalan únicamente cuatro puestos con venta de churros, papas, jocote y otras frituras.
Para el cierre del novenario la comunidad se organizó para preparar el tradicional pozol y una comida zoque, etnia que tiene gran influencia en esta fiesta en honor al Señor de Los Milagros y que es uno de los más antiguos en la ciudad.
Capilla
Cuentan los miembros de la comunidad que la capilla es una de las más antiguas, ubicada en la 8a sur entre 4a y 5a poniente, muy cerca del centro de la capital chiapaneca. Aunque ha sido casi camuflajeada en medio de la modernidad arquitectónica, ya que ha sufrido varias modificaciones en su construcción.
A pesar de eso, los vecinos se han encargado de conservar las raíces zoques de la festividad, incluso, anteriormente asistían a estos festejos personas con indumentaria de esa cultura y quienes hablaban esa lengua.
La celebración se efectúa desde que la actual capilla era una ermita a la que los viejitos llevaron al santo para protegerlo de la Guerra Cristera y de este modo fue que se salvó. La capilla fue fundada en 1945, cuando ni siquiera había casas alrededor como esta hoy en día.