Celebran aniversario de parroquia de Santa Catarina

La parroquia de Santa Catarina y Señor de Esquipulas celebró este lunes 148 años de vida parroquial con una misa presidida por monseñor Fabio Martínez Castilla. 

Como parte de las actividades conmemorativas dentro de esta fecha tan especial para miles de feligreses, se rindió un homenaje al sacerdote Federico Kloegen Huls por sus años de servicio en la parroquia.  

En el año de 1873, la comunidad católica comenzó a congregarse y así nació la iglesia que posteriormente fue construida en el primer cuadro de la ciudad de Villaflores, en ese entonces llamada Santa Catarina La Grande.  

Desde su fundación como parroquia de Santa Catarina y Señor de Esquipulas, hace 77 años, el 1 de mayo de 1944, la construcción arquitectónica ha tenido varias modificaciones para mayor comodidad de los feligreses.  

Como se recordará, en el 2008 se inició la remodelación de la parroquia a través de donaciones de empresarios y pobladores, principalmente. 

En ese entonces el espacio de la iglesia era insuficiente para el número de creyentes católicos. 

La nueva construcción fue inaugurada en junio de 2010 por el nuncio apostólico Christopher Pierre, quien consagró el altar durante una misa a la que acudieron miles de personas para estar cerca del representante del papa Benedicto XVI. 

Este lunes bajo las medidas sanitarias correspondientes ante la pandemia de covid-19, se llevó a cabo el emotivo festejo donde destacaron hermosos arreglos florales de color blanco, ofrendados por “bienhechores”. 

En su mensaje, monseñor Fabio Martínez Castilla destacó que esta iglesia es más antigua que la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez. 

El también arzobispo de Tuxtla Gutiérrez mencionó: “Nuestra parroquia en estos 148 años de camino evangelizador ha experimentado la presencia amorosa y maravillosa de Dios, así como la entrega y el esfuerzo del caminar en comunión como iglesia servidora”. 

“Nosotros podemos proclamar en este aniversario que somos una parroquia que se abre a las sorpresas de Dios. Un Dios que nos quiere, una iglesia en salida, una comunidad parroquial misionera; gratitud a Dios por su bondad que se ha manifestado en nuestro peregrinar parroquial, gratitud por la generosidad de los sacerdotes que compartieron el hacer, el nacer y el crecimiento de esta parroquia, gratitud por las religiosas”, expuso.