El Movimiento Social por la Tierra (MST), organización indígena y campesina, celebró la clausura temporal de una mina de barita en el predio El Caribe, ubicado en el municipio de Chicomuselo. El cierre realizado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) marca un hito en una región históricamente afectada por conflictos socioambientales vinculados a la extracción de recursos.
En un operativo conjunto con la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y autoridades estatales y municipales, la Profepa verificó la extracción ilegal de barita —mineral usado en la industria petrolera— en aproximadamente 180 hectáreas, el cual no contaba con los permisos de impacto ambiental ni autorización de cambio de uso de suelo en zonas forestales. Tras la determinación ante la medida cautelar se clausuró el sitio y se aseguró maquinaria pesada, incluida una retroexcavadora Caterpillar.
Chicomuselo, municipio enclavado en la Sierra Madre de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, ha sido escenario de tensiones por décadas debido a proyectos extractivos.
Defensor ambiental
En 2009, el asesinato del activista Mariano Abarca, opositor a la minería de barita de una empresa canadiense, evidenció los riesgos que enfrentan las comunidades. Abarca se había manifestado contra la contaminación de suelos y fuentes de agua, así como por los impactos en la agricultura, principal sustento de la zona.
Desde entonces, colectivos como el MST han denunciado que la minería (legal e ilegal) amenaza la biodiversidad de esta región, hogar de bosques tropicales y ríos que abastecen a comunidades indígenas.