En Tapachula, durante el inicio de la Semana Santa, miles de católicos acudieron a la iglesia llevando consigo un ramo de palma solo o en forma de cruz con adornos para ser bendecidos.
En el Domingo de Ramos, cuando los católicos rememoran el pasaje bíblico en el que Jesús llega a Jerusalén montado en un burro, símbolo de humildad, mientras la gente lo recibe con júbilo y extiende mantos y ramas en su camino.
Tradición
Desde muy temprano, en canastos y en cualquier recipiente, decenas de personas se apostaron a la entrada de los templos para vender estos ramos que a su vez fueron adquiridos por los creyentes para celebrar con fervor religioso el acto interpretado por los cristianos como el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento.
A las afueras del templo, prevalece un mosaico multicolor, ya que, desde la noche del pasado sábado, vendedores de ramos se instalaron para ofertar distintas figuras que son adquiridas por los fieles para ser bendecidas y después se acostumbra a colocarlas detrás de las puertas de los hogares, junto a crucifijos, rosarios o imágenes sagradas que hay en sus casas como recuerdo de la victoria pascual de Jesús
Doña Yolanda llegó junto a su esposo a participar en la misa que inicia la Semana Santa, afirmó que sus hijos no la acompañaron pese a que les ha inculcado la creencia católica.
“Venimos con mi esposo a bendecir nuestros ramos con que recordamos la entrada de Jesús a Jerusalén, pero nuestros hijos no vinieron, no les gusta, y pues eso es lo que más preocupa, pero le pedimos a Dios y a la virgen por ellos”, abundó.
El párroco de la iglesia de San Agustín, Martín Moreno, afirmó que, a pesar de la importancia de la Semana Santa, los jóvenes son los grandes ausentes de estas celebraciones religiosas, cuya crisis de fe preocupa a las iglesias.
Semana Santa
“La Semana Santa es una fecha muy importante para la iglesia católica, pero desafortunadamente las nuevas generaciones muestran poco interés en participar en las cosas de Dios, vean ahora, mayoría de los asistentes son personas adultas”, abundó.
Dijo que los jóvenes hoy viven sus vidas alejadas de Dios y no les atrae participar en las celebraciones y más cuando son influenciados por las nuevas tecnologías, como las redes sociales, por ello la Iglesia busca estrategias para lograr mayor participación de este sector.
Reconoció que el vivir alejado de Dios y de las celebraciones religiosas son las causas principales de lo que enfrenta la sociedad, principalmente en el tema de violencia y desintegración familiar, por lo que el reto para estas celebraciones será atraer a los jóvenes.