Cientos de católicos realizaron este domingo una marcha religiosa para celebrar los 50 años de ordenación sacerdotal del obispo de la diócesis de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez.
Con la caminata que realizaron del templo de Guadalupe, en el que era párroco el sacerdote tsotsil, Marcelo Pérez Pérez, cuando fue asesinado a balazos el 20 de octubre del año pasado, se dio por concluida la llamada Antorcha Servidora Juvenil que durante tres semanas recorrió y visitó todas las zonas pastorales de la diócesis en el marco del 50 aniversario de la ordenación sacerdotal de Aguilar Martínez.
Mensajes
“Feliz aniversario sacerdotal, monseñor”, “Viva Cristo rey”, “Viva la virgen de Guadalupe”, “Viva la iglesia católica”, “Viva monseñor Rodrigo”, “Viva la diócesis de San Cristóbal”, “Viva el año jubilar de la esperanza” y “Vivan los adolescentes y jóvenes profetas de paz”, corearon los católicos que finalizaron la peregrinación en la catedral, donde fueron recibidos por el obispo, quien poco después oficio la misa dominical en ese templo.
Entrevistado al concluir la celebración religiosa, Aguilar Martínez dijo que fue ordenado sacerdote el 25 de julio de 1975 en el Valle de Santiago, Guanajuato, su pueblo natal, entonces perteneciente a la arquidiócesis de Morelia, cuando tenía 23 años.
Después fue nombrado obispo a Matehuala, San Luis Potosí y posteriormente fue designado obispo de la diócesis de Tehuacán, Puebla, de donde fue enviado a San Cristóbal de Las Casas.
“A 50 años de ser ordenado tengo el sentimiento de indignidad de haber sido llamado, pero también de gratitud a Dios que me perdona, me renueva, me llama, me envía y por él me he consagrado a la comunidad eclesial y aprendiendo de Cristo quiero servir y dar la vida”, dijo Aguilar Martínez, de 73 años.
Agregó: “En los momentos en que he sentido cansando o desaliento, Dios ha sido el descanso, la paz y la motivación para renovar mi vida y seguir entregándome a los demás”.
Manifestó que “es difícil vivir la esperanza, pero con Dios es posible; esperanza de paz, de unidad, de comunión, de un servicio generoso, fructífero”.
El obispo presentó al final de la misa a la religiosa Teresita Alondra y a cuatro jovencitas -más otra de la diócesis de Tapachula que se sumará al grupo- que el 27 de julio saldrán hacia Roma, Italia, para participar en el jubileo juvenil convocado por el papa León XIV.
“Están motivadas y causa alborozo la expectación de ir a Roma; que vayan con esa expectación, pero sobre todo con esa fe de unirse a la iglesia universal. Estar en Roma es una vivencia de estar con personas de todas partes del mundo y compartir la misma fe. Serán recibidos por el papa León XIV para ser enviados y que den testimonio de la esperanza para que la vivíamos acá”, expresó.