Durante el tercer domingo de Pascua se hace referencia al evangelio de San Lucas, el cual se identifica con la frase “En ti, Señor, confío. Aleluya”, explicó el presbítero de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Hedilberto Pérez Vicente.

En esta ocasión se refiere a la lectura del evangelio de San Lucas 24, versículo 35 al 48: “Encontramos en el libro de los Hechos de los Apóstoles, cómo ellos están tratando de concientizar a los jefes que mataron a Jesús por ignorancia y diciéndoles que ahora tienen que abrir su corazón, tienen que saber entender, que van en el camino de conversión”.

De la igual manera, comentó que “san Juan nos invita a llegar a la plenitud del amor cumpliendo la palabra de Dios y también viviendo en la verdad: Jesús en el evangelio que da la paz a sus apóstoles y a todos nosotros”.

Por lo que asegura que la presencia de Jesús, en medio de los apóstoles, es para acrecentar la fe ante la incredulidad y el espanto que embarga sus corazones, “pero miren cómo san Lucas en una pedagogía hermosísima, da las pruebas de esta presencia de Jesús y de su existencia”.

Y añadió: “Comiendo con sus apóstoles, así como lo hacía allá en Nazaret, para que sepan que el mismo que caminó con ellos por los caminos polvorientos de Galilea es el mismo que ahora está compartiendo el pan ya resucitado, pero también es la prueba espiritual abrirles el entendimiento para que comprendieran las escrituras”.

Jesús, agregó, en medio de sus apóstoles, les trae la paz. “La paz les doy, la paz les dejo; aquello que había dicho ya en vida, que significa la paz. Esta paz es fuerza para vencer la tristeza y resucitar la esperanza, es capacidad de abrir las puertas, los corazones y los espíritus cerrados”.

Es también, comentó el prelado, “saber entender que amar es posible, es dejarnos llevar por el Espíritu. Es recomendar una vida nueva y podríamos decir, esa paz que Jesús da es una fe liberada. Para que sepamos caminar seguros, garantizados por la presencia del Señor”.