Cempasúchil, con altos beneficios insecticidas

La flor de cempasúchil (Tagetes erecta y Tagetes patula) tiene usos muy variados y es una planta de gran interés a nivel internacional; destaca su uso para elaborar saborizantes, aromatizantes y pigmentos, así como en la agricultura por sus propiedades insecticidas, larvicidas y nematicidas.

Investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) señalan que los nematodos son un tipo de gusanos redondos o cilíndricos que en su mayoría se alimentan de la materia orgánica en descomposición, pero algunos basan su modo de vida en el parasitismo.

La planta es considerada una alternativa potencial en el manejo de plagas y enfermedades, ya sea a través de la asociación de cultivos, toda vez que se ha documentado que en rotación con el maíz, en tierras templadas con antecedentes de gallina ciega, reduce notablemente las poblaciones de ese insecto, o mediante el uso de bioplaguicidas y repelentes hechos a partir de esta emblemática planta. 

La flor de cempasúchil puede ser usada también como un abono verde notable, es decir, que su cultivo ayuda a mejorar las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo. Sirve para romper el ciclo de las plagas y enfermedades de los cultivos principales y brinda refugio a insectos benéficos; ayuda a controlar malezas y protege al suelo de la erosión, ya que funciona como cubierta vegetal.

Tiene un uso en medicina tradicional y procesos industriales, por lo que es apreciada como flor de ornato en Estados Unidos, Europa e India, donde es fundamental para muy diversos rituales. Además en India, China y Perú se concentra la producción mundial de cempasúchil, básicamente para la extracción de sus pigmentos.

Los técnicos del Cimmyt refieren que con respecto a sus propiedades para el control de plagas, la parte con más propiedades es la raíz. La planta se puede utilizar de diferentes maneras: abonos orgánicos para control de nematodos, extractos acuosos y polvos de diferentes partes de la planta, para repeler o matar insectos tanto en cultivos en pie como en granos almacenados.

Diversos productores del sur-sureste de México participan en proyectos de sustentabilidad, impulsados por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo y diversos colaboradores, quienes están fortaleciendo sus tradiciones con agricultura sustentable.

Refieren que la introducción del cempasúchil y otras especies de plantas cultivables con menor requerimiento hídrico tiene la intención de que los productores de las regiones donde esas especies son viables, se adapten y sean resilientes ante los efectos del cambio climático.

El fortalecimiento de la milpa, el rescate y mejoramiento participativo de maíces nativos, y la diversificación de cultivos con especies apropiadas para el suelo y los contextos culturales locales, son un ejemplo de este propósito.