Este 2021 se conmemora el 197 aniversario de la federación de Chiapas a México, oficializada el 14 de septiembre de 1824. Este día representa un hecho tanto histórico como festivo para nuestro estado, en el que se recuerda el contexto social, político, cultural y económico que dominaba en aquel entonces.
La decisión de unirse a México como otra entidad federativa más se dio el 12 de septiembre, mediante un plebiscito donde la idea de prosperidad marcaría una anexión en la que las clases criollas y mestizas obtendrían, a la larga, mayores privilegios a los de las comunidades indígenas.
Mientras Chiapas se sumaba a la nación, las resistencias de los pueblos mayas regionales se mantenían a la par de sus similares, en lugares como la península de Yucatán.
Resistencia
El doctor en Humanidades, José Antonio Cruz Coutiño, comenta que la decisión de los habitantes de Chiapas, de sumarse a los Estados Unidos Mexicanos y no a la República Federal de Centroamérica, se dio en momentos de intriga.
Su decisión derivó de un acto hostil, debido a que en aquella época gobernaba Agustín de Iturbide, quien envió al Ejército Trigarante (o de la Tres Garantías) a una especie de campaña de reconocimiento por todo el país, enfocada principalmente en las provincias de Chiapas.
Mientras el grupo castrense hacía su recorrido por los lugares en donde se establecía, la gente adinerada y los políticos eran obligados a costear todos los gastos de los soldados.
Por lo que ante este hecho los habitantes decidieron incorporarse a la nación mexicana, en gran parte para evitar una posible invasión.
El distrito, cuya cabecera era lo que actualmente es Tuxtla Gutiérrez, votó en contra de asumir la federación a México. En cambio, prefería incorporarse al proceso de formación de una nueva nación del lado centroamericano.
Aislamiento
Chiapas padeció, como consecuencia de la implantación del sistema colonial, un doble aislamiento: el externo, de parte de la capital de la Nueva España y de Guatemala; y el interno, motivado por la reducida comunicación entre las aldeas, pero también por lo poco atractiva que resultaba la economía chiapaneca para los españoles.
Así nació la idea de independizar a la provincia, tanto de Guatemala como de España. Fueron los frailes Ignacio Barnoya y Matías de Córdova quienes promovieron el “Plan de Chiapas Libre”.
En el documento se ratificaban las tres garantías del Plan de Iguala y también se declaraba libre e independiente a esa región para decidir lo que le conviniera. Fue de este modo que, el 28 de agosto de 1821, Chiapas declaró su independencia del Imperio español.
En su momento, la gestión chiapaneca quedó en manos del cura del pueblo de Huixtán y diputado local, Pedro José Solórzano, quien viajó hasta la Ciudad de México para arreglar dicho asunto.
La anexión se aceptó el 16 de enero de 1822, quedando asentada en el decreto de la regencia de esa fecha, pero esa unión duró poco tiempo, hasta el 7 de junio de 1823.
Después de la abdicación de Iturbide, Chiapas volvió a separarse del país para intentar mantenerse en alto por sí solo y bajo el mando de una Junta Suprema Provisional.
Momento decisivo
El 23 de enero de 1824, después de la presión del gobierno mexicano, el Ayuntamiento de Ciudad Real (hoy SCLC) solicitó su unión a México, la que fue seguida de inmediato por el Ayuntamiento de Comitán; en tanto, el Ayuntamiento de Tuxtla sostenía que era mejor unirse a Guatemala.
Por esta indefinición, el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana del 31 de enero de 1824 no menciona a Chiapas como integrante de la naciente federación mexicana.
El conflicto se resolvió de manera pacífica y democrática, por medio de un ejercicio directo que consistió en un plebiscito realizado el 12 de septiembre de ese mismo año. Manifestándose a favor de su incorporación a México.
Fue finalmente el 14 de septiembre de 1824 cuando los habitantes de Chiapas, sin contar a lo que entonces se consideraba el “Partido del Soconusco”, formalizaron ante el Congreso mexicano su voluntad de ser uno más de los estados de la reciente federación mexicana. Acto aprobado el 2 de octubre de 1824.