Durante el 2022 en todo el país se registraron 25 mil 41 defunciones fetales. Chiapas específicamente contabilizó mil 336, superado solo por Puebla, Estado de México, Jalisco, Guanajuato y Ciudad de México, esto de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A nivel nacional, la tasa de embarazos que terminaron en muerte fetal fue de 72.2 por cada 100 mil mujeres en edad fértil. Las entidades que presentaron las tasas más altas fueron San Luis Potosí, Ciudad de México y Aguascalientes; las más bajas se registraron en Oaxaca, Quintana Roo y Sinaloa.
Dio a conocer que durante el embarazo, 81.0 % de mujeres recibió atención médica prenatal; 15.3 % no la recibió y 3.7 % no especificó. De las que asistieron a consulta, 66.0 % lo hizo entre una y cinco veces; 29.0 % entre seis y 10; 2.6 % entre 11 y 15; 0.6 % entre 16 y 20, y 0.1 % recibió más de 20 consultas.
El grupo de edad de las mujeres que concentró el mayor número de embarazos con alguna complicación, que terminó con la muerte del producto, fue el de 20 a 24 años, con 24.2 %. Siguió el de 25 a 29, con 23.3 % y el de 30 a 34, con 20.0 %.
Especialista
El ginecólogo Joaquín Nangulari Espino indicó que durante el embarazo existen cuatro síntomas de alarma: sangrado, salida de líquido vía vaginal, movimientos irregulares del bebé y contracciones. Si estos no se atienden de forma inmediata puede llevar a consecuencias graves y hasta fatales para el bebé y la madre.
Refirió que nunca es normal el sangrado durante el embarazo, por más mínimo que sea. El único periodo en que podría presentarse de forma normal y mínima es dentro de las primeras cuatro semanas, pero más adelante ya no.
Mencionó que es normal que los bebés se muevan en el útero a partir de la semana 18 a la 22, y debe ser perceptible; pero si pasan más de dos o tres horas sin sentir movimientos mínimos se debe tomar como una señal de alarma.