Chiapas, primer lugar en enfermedades genéticas

“Chiapas ocupa el primer lugar a nivel nacional de enfermedades genéticas raras, entre las que destacan enfermedades lisosomales, sobre todo en las comunidades indígenas y las relacionadas con una alta endogamia”, comentó el presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología (SMC), Jorge Cossío.

Detalló que las comunidades indígenas tienen una alta endogamia, es decir, se casan frecuentemente entre familiares y a veces sin saberlo tienden a hacerlo entre primos lejanos o de tercer grado, pero al final resultan ser familia.

Explicó que esto favorece a desencadenar enfermedades como las cardiopati´as conge´nitas, que si bien no tienen cura pueden tener tratamientos correctivos que alivien o mejoren todas o algunas manifestaciones clínicas de la enfermedad.

De acuerdo al “Análisis demográfico de cardiopatías congénitas del Instituto Mexicano del Seguro Social, con interés en el adulto”, Chiapas tiene la mayor frecuencia de adultos de reciente diagnóstico con 33.82 %, de los cuales el 7 % no resultaron candidatos a ningún tratamiento por complicaciones inherentes a la cardiopatía.

La investigación por parte del Instituto de Cardiología “Ignacio Chavez”, destaca que la distribución de la frecuencia es de 5.15 % en menores de dos años; de 20.57 % de 2 a 6 años; de 6 a 10 años es del 19.57 %; de 10 a 17 años del 26.66 %; finalmente en el rango de edad de 17 y más, con el 33.82 %.

Dijo que gracias a los avances médicos la tasa de supervivencia de los niños con cardiopatías congénitas ha mejorado.

“Hace 60 años solo el 20 % de los recién nacidos con defectos cardíacos complejos alcanzaban la edad adulta. Hoy en día más del 90 % de ellos llegan a ser adultos, incluyendo aquellos con cardiopatías congénitas complejas”, comentó.

Síntomas

Agregó que los síntomas son muy variados dependiendo del tipo de cardiopatía congénita que se sufra, como quejarse ante la dificultad para respirar, palpitaciones, pérdida de conocimiento, dolor torácico, hipertensión arterial, edemas, diarrea, entre otros, sin embargo, “la mayoría de los pacientes no presentan síntomas”.

“El camino hacia la detección y el tratamiento curativo de las cardiopatías congénitas no sería posible sin la investigación diaria de científicos, personal de salud y el día a día de las familias afectadas.

“Sería mucho más complejo si no contáramos con esos avances y con el apoyo constante de profesionales y asociaciones que se vuelcan en hacer más felices a los niños con estas enfermedades”, concluyó.