Chiapas es uno de los estados con mayor sismicidad en la República mexicana. El origen de esta condición se debe al contacto convergente entre importantes placas tectónicas. De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), la entidad cerrará el 2023 con más de tres mil sismos, ocupando el tercer lugar a nivel nacional; el reporte especial detalla que el sismo de mayor intensidad en el estado fue de 6.5, registrado el 14 de julio de 2023.
Placas tectónicas
En Chiapas interaccionan entre sí tres placas: la de Cocos con la placa de Norteamérica, y en la parte sur del estado el contacto se da entre la de Cocos y la del Caribe. La interacción entre estas tiene lugar en la costa del Pacífico.
Al corte del 30 de diciembre, a las 08:30 horas, en Chiapas se reportó un acumulado de 3 mil 461 sismos. La entidad ocupa el tercer lugar a nivel país, por debajo de Guerrero (3 mil 874) y Oaxaca (6 mil 770). En todo el país ocurrió un total de 24 mil 122 sismos.
El SSN de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detalla que en Chiapas el sismo de mayor intensidad durante este año sucedió el 14 de julio de 2023, mismo que tuvo una magnitud 6.5 (M), localizado en el Golfo de Tehuantepec a 140 km al suroeste de Pijijiapan; ocurrió a las 03:29 horas del centro de México. Este gran movimiento telúrico fue sentido en los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
Movimiento
En noviembre, el mayor sismo del mes fue de magnitud 5.1 y ocurrió el día 2, a las 17:58 horas. Su epicentro fue en el Istmo de Tehuantepec, aproximadamente a 67 km al noroeste de Cintalapa, Chiapas. Fue sentido en la zona cercana al epicentro.
De acuerdo con la plataforma de “Actividad sísmica en Chiapas”, del Centro de Monitoreo Vulcanológico-Sismológico de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), el puntero en los registros sísmicos lo tiene Pijijiapan con 646, seguido de Suchiate con 565, y por poco menos Tonalá con 561.
En Chiapas, desde el presente milenio, se han generado 19 sismos de magnitud 6.0 o mayores; los de mayor magnitud se registraron el 7 de noviembre de 2012 (M 7.3) y el 7 de septiembre de 2017 (M 8.2), cuyo mecanismo “de tipo normal” fracturó gran parte de la placa de Cocos en toda la región del Golfo de Tehuantepec, causando daños severos en toda la región Sureste de México.