En México, 25 estados cultivan el cacahuate pero el 90 por ciento de la superficie se siembra en 10 estados: Chiapas, Sinaloa, Chihua-hua, Puebla, Oaxaca, San Luis Potosí, Guerrero, Morelos, Nayarit y Guanajuato, y el 80 por ciento es de temporal.
El valor de la producción nacional de cacahuate durante 2019 fue de mil 22 millones de pesos, de acuerdo al Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Sagarpa, plataforma que señala también que Chiapas es el segundo estado con mayor producción, en ese año produjo 15 mil 296 toneladas.
En el país se cultivan variedades locales de cacahuate derivadas de las cuatro variedades botánicas presentes: Hypogaea, Hirsuta, Fastigiata y Vulgaris; y en el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (Snics) se han registrado tres variedades mejoradas que cuentan con el “Título de Obtentor Vigente”, mientras que dos están en proceso de registro.
Con estas variedades y las locales de cada región productora se cubre una superficie de alrededor de 48 mil hectáreas cultivadas en Chiapas, Chihuahua, Sinaloa, Puebla, Oaxaca, Guerrero y Guanajuato, principalmente, así como en otras 18 entidades donde se obtienen alrededor de 81 mil toneladas al año.
El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, dio a conocer que el trabajo de la dependencia gira en torno a los actores más importantes de la cadena productiva, como los productores y productoras de cacahuate y otros cultivos que, con un proceso de domesticación constante, han salvaguardado los recursos genéticos del país.
Al participar en el encuentro virtual “Nuestra Riqueza: El cacahuate”, resaltó el trabajo de la Coordinación General de la Memoria Histórica y Cultural de México de la Presidencia de la República que ha mostrado gran interés en la agricultura y sus cultivos nativos como elementos importantes de nuestra identidad.
Sobre el cacahuate, indicó que como alimento acompaña a diversos platillos tales como moles, pipián, salsas, cremas, atoles, palanquetas y botanas, entre otros, ya que contienen alrededor del 30 por ciento de proteína, valor superior al encontrado en nueces e incluso que el frijol, y tiene compuestos funcionales útiles para la salud humana, particularmente cuando se consume en fresco.
Fue en el centro del país, principalmente en los estados de Puebla y Morelos, donde se registró la evidencia de domesticación y producción de esta leguminosa cuyo desenlace tuvo años después en la Ciudad de México al cacahuate japonés, del país para el mundo, y que en el exterior lo llaman “cacahuate mexicano”.
Según el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Aurelio López Luna, en el país en los últimos cinco años se han cultivado casi 50 mil hectáreas de cacahuate con un rendimiento promedio de 1.7 toneladas por hectárea, una producción de más de 96 mil toneladas y una aportación a la economía de alrededor de mil 138 millones de pesos.