“Chinche besucona”, un insecto peligroso y mortal
José Antonio de Fuentes Vicente, investigador en la Unicach, fue reconocido con el mérito Estatal de Investigación en la Categoría Juvenil. Cortesía

Aunque parece inofensiva en apariencia, la “Chinche Besucona” (debido a que muerde muy cerca de la boca, porque son atraías por el Bióxido de Carbono que exhala el humano), se ha constituido como un insecto que puede ser mortal, debido a que es transmisor de la enfermedad o mal de Chagas, sin embargo, ya se realizan trabajos de investigación para saber con más exactitud el riesgo que corre la población en Chiapas.

José Antonio de Fuentes Vicente, investigador en el Instituto de Ciencias Biológicas en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), por más de 10 años ha estudiado la prevalencia del padecimiento en la entidad, así como al insecto que transmite al parasito, el cual se alimenta de sangre humana.

En nuestro estado se analiza la especie Triatoma dimidiata; el estudio consiste en ver en qué zonas está distribuida, el porcentaje de la población infectada, así como el potencial que tiene para transmitir el mal de Chagas.

De acuerdo con lo comentado, las Chinches que habitan en la entidad son más peligrosas de lo que se creía, debido a que después de alimentarse (de sangre) tienen la facilidad de defecar en zonas cercanas a la picadura, es decir, que las heces fecales pueden ser depositadas en la piel y, con ello, se aumenta la posibilidad de contagio en el humano.

Novedades

Durante el tiempo del trabajo de investigación, se han hecho visitas a las comunidades para sacar a las chinches de las casas, porque viven dentro de ellas y se alimentan de las personas que ahí duermen. “El método más común es sacarlas manualmente”.

Sin embargo, moverse hacia las viviendas implica un esfuerzo humano considerable, porque cuesta mucho localizarlas debido a que se meten en las grietas del adobe.

A partir de ello, explica el investigador de la Unicach, surgió una idea -junto a un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)-, para crear una trampa que atrae a las Chinches.

El aparato contiene un ventilador que está en la parte central, para soltar moléculas de atracción que hagan que el insecto llegue a la trampa.

Erika Adriana Gómez Gómez, de la licenciatura en Biología en la Unicach, será la encargada de probar el método más eficiente para atrapar estos insectos, utilizando Bióxido de Carbono (CO2), feromonas sexuales y otros elementos. Estas pruebas se harán en laboratorio y campo.

Lo que se espera con la trampa, es que en lugar de que las brigadas de salud busquen el insecto para eliminarlo, el artefacto (usando moléculas) pueda atraerlos para evitar el contagio de la enfermedad en los humanos, principalmente en las zonas más vulnerables de la entidad.

Al infectarse una persona de la Chaga, aparecen síntomas como: dolor de cabeza, mareos y malestares generales, pero desaparecen en las siguientes semanas y la población no sospecha de la infección.

Lo preocupante, es que después de que la Chinche mordió a una persona, las consecuencias mortales se pueden presentar 10 o 20 años después; el parasito, normalmente, se aloja en el corazón y es ahí donde provoca daños cardíacos e infartos fulminantes.

Riesgos

Hasta el momento no se pueden establecer zonas de riesgos, porque las muestras no se han hecho en todo el estado; sin embargo, se espera que sí se haga la aproximación cuando avance el proyecto de investigación. Las Chinches se han encontrado en localidades de Berriozábal, Copainalá, Amatenango de la Frontera y Ocosingo.

En el trabajo que han hecho, dice el investigador, notaron que la población de estos insectos es más grande de lo que se creía; por ejemplo, en una de las viviendas que revisaron -debajo de un costal-, encontraron 60 insectos; incluso, han aparecido en zonas donde antes no se tenía ningún reporte.

De Fuentes Vicente reconoció que el sector salud ha participado con campañas de control de varias enfermedades que son transmitidas por vector, sin embargo, el problema es tan grande que no se alcanzan a cubrir todas las necesidades por parte de las autoridades.

La investigación, en principio, muestra que la Chinche se ha vuelto tolerante a los insecticidas, es decir, que los químicos ya no son capaces de matar a los insectos, por lo que también se busca encontrar otro método para eliminarlos.

Reproducción

La Chinche puede dejar hasta 100 huevos en los meses más cálidos, pero su reproducción depende también de la alimentación y de la disponibilidad de la pareja.

Con un buen alimento, puede vivir más de un año y el 90 por ciento de los huevos eclosionan; desde la etapa uno -donde el insecto es muy pequeño-, ya tienen la capacidad de alimentarse de sangre y de transmitir el parásito.