Ciclones modifican economía, ambiente y dinámica social

La línea de costa en México consta de 11 mil 122 kilómetros, son 154 municipios en 17 estados. Los que presentan mayor marginación se encuentran en Guerrero, Oaxaca y Chiapas, eso establece que la población costera sí tiene procesos de desarrollo, pero limitados a algunas actividades.

Estos datos los dio a conocer Marcelino García Benítez, investigador por México Conahcyt asignado al Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).

Señaló que en algunas zonas la población costera está mas expuesta a ciclones tropicales, estos fenómenos son el tercer riesgo más catastrófico en el mundo, después de los sismos y sequías.

El área expuesta representa el 46 % del total nacional de acuerdo con el censo 2020. El sistema urbano nacional refiere que se ha incrementado en las últimas décadas. En 1990, el 63 % era urbana, incrementando a 73.5 % en 2020.

Daño al ecosistema

Explicó que, con los ciclones los ecosistemas son perturbados, como las áreas naturales; transporta una gran cantidad de agua de mar a otros cuerpos de agua dulce, como ríos, lagos y manantiales. Los manglares son la primer barrera que amortigua con su estructura las ráfagas de viento y el impacto de las marejadas.

Los vientos provocan una amplia defoliación de árboles y arbustos, es un gran aporte de material orgánico en los humedales en un periodo breve, al descomponerse cauda niveles muy bajos de corrientes de agua, sofocando a los peces.

A nivel urbano, toda la composición costera se ve comprometida. Afecta el patrimonio individual y familiar de la población expuesta, viviendas, vehículos e infraestructura eléctrica, telecomunicaciones y vial.

Hay contaminación en las reservas de agua subterránea, colapso de las actividades socioeconómicas públicas y privadas; obviamente hay una repercusión ambiental en el corto y mediano plazo, porque hay pérdida y alteración de especies naturales y los suelos.