En una operación de vigilancia forestal, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de manera temporal centros de almacenamiento de madera que operaban de forma irregular en el municipio de Jitotol en la región Bosques de Chiapas. Los establecimientos no contaban con las autorizaciones correspondientes ni pudieron acreditar la legal procedencia de los productos forestales bajo su resguardo.
De acuerdo con el delegado de la Profepa en Chiapas, Jorge Zapata, durante las inspecciones se aplicaron clausuras totales temporales a los predios infractores, donde se aseguró de manera precautoria un volumen total de 17 mil 781 metros cúbicos de madera de pino, entre los que destacan ocho mil 425 m³ de madera aserrada y nueve mil 356 m³ de madera en rollo.
Asimismo, fueron incautados dos bancos con motor y una sierra cinta, utilizados presumiblemente para el procesamiento ilegal del material.
Combate al comercio ilegal
Estas acciones forman parte de la estrategia permanente de la Profepa para combatir el comercio ilegal de recursos forestales en la entidad, el cual representa pérdidas y afectaciones a los ecosistemas y a las comunidades que dependen de los bosques.
Jorge Zapata recordó que la extracción, transporte y almacenamiento de recursos forestales sin autorización constituyen delitos ambientales; si bien en esta caso no es grave, la reincidencia o si la madera proviene de Áreas Naturales Protegidas, podrían representar sanciones que ameritan perdida de la libertad y multas económicas altas.
La Profepa hizo un llamado a la ciudadanía y a los actores de la cadena productiva forestal para denunciar actividades irregulares, y reiteró su compromiso de continuar con operativos en regiones con alta actividad forestal, a fin de garantizar la legal procedencia de los productos maderables y proteger el patrimonio natural de México.