“La Negra” es el nombre que ha recibido una cocodrilo hembra, de 14 años, quien cuenta con poco más de dos metros de longitud, parecerán datos comunes para un reptil, sin embargo, su piel diferencia a la de sus congéneres, es azul. Se trata de uno de los cocodrilos descubiertos con una pigmentación azulada en el Cañón del Sumidero en el 2003.
Para el curador del Museo del Cocodrilo del ZooMAT, Ernesto Eduardo Perera Trejo, la pigmentación azulada de estos reptiles tiene un origen incierto, podría tratarse de una cuestión genética, lo cual sería normal; como también por factores de la contaminación que se vive en el río Grijalva, donde hay presencia de metales tóxicos.
Sin embargo, los estudios científicos realizados no han corroborado ni una ni otra de las hipótesis atrás mencionadas, pero sí han arrojado que todos lo cocodrilos estudiados del Cañón del Sumidero llevan dentro de su organismo tóxicos de metales pesados.
“Qué es lo que está ocasionando esta pigmentación, se hicieron algunas especulaciones, algunas con mayores o menores soportes, sobre si los contaminantes del agua de metales pesados producían una mutación en la generación de melanina. Otra situación puede ser meramente genética, pero todavía faltan estudios que confirmen esto”, puntualizó Perera Trejo.
Agregó que los cocodrilos son organismos bio-acumuladores, es decir, que todos los contaminantes de su entorno son absorbidos y los retendrá durante toda su vida, originando que estos reptiles también se conviertan en bio-indicadores; sabiendo el estado de salud de estos animales se puede saber lo que está ocurriendo en el medio ambiente.
Actualmente el Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT) cuenta con cuatro de estos ejemplares azulados, los cuales no están abiertos al público, debido a los estudios y cuidados por parte del personal.
Ernesto Perera también informó que los primeros cocodrilos azules que llevaron a este zoológico presentaron una mayor debilidad en comparación del resto de sus hermanos, los cuales no sobrevivieron, sin embargo, muchos de estos reptiles azulados aún persisten.
“Otro ejemplares que llegaron a incorporarse después se mostraron bastante contrarios a los primeros, más resistentes, con una buena conducta, ejemplares que nos sobreviven hoy y están en procedimientos de investigación para conocer qué les ocurre”, detalló.
Estos cocodrilos atípicos presentan en la mayoría del cuerpo una tonalidad azul, como también en la parte dorsal de la lengua, los ojos de estos son casi totalmente negros, a diferencia de los demás cocodrilos de río que presentan un globo ocular amarillento.
Como todo cocodrilo durante su etapa de juvenil a adulto comienzan a cambiar la tonalidad de piel, convirtiéndose más grisácea, en los ejemplares atípicos su piel también experimenta esta situación, sin embargo, la tonalidad negra de sus ojos y el azul en su lengua la conservan de adultos.
“Estamos todavía en el proceso de indagar, en términos científicos debemos ser bastante estrictos y hasta no tener la pruebas contundentes no podemos afirmar una u otra cosa, incluso podrían ser ambas considerando que tenemos una población que se entrecruza con otros ejemplares del Cañón del Sumidero”, finalizó.