Las buenas prácticas de higiene en el manejo de alimentos son la clave para evitar enfermedades vinculadas a la contaminación en productos, tanto dentro como fuera del hogar, es decir, comer fuera de casa no significa de forma directa enfermarse, enfatizó Eddy de Jesús Constantino Acuña, coordinador de Capacitaciones de Fomento Sanitario que depende de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (Dipris).
Visitas
Explicó que dentro de las actividades preventivas, han visitado 221 locatarios que se encuentran distribuidos en los mercados de la capital del estado, sitios a los que llegan en promedio unas dos mil personas a diario.
Con estas acciones, enfatizó Constantino Acuña, se brinda la certeza a la población que compra sus alimentos para prepararlos en casa y para el sector que consume los productos al interior de esos lugares.
Comentó que hay un acompañamiento con capacitaciones a las locatarias y locatarios en el entendido que son obligatorias, a fin de que cumplan con el conocimiento de las buenas prácticas.
“Nosotros les hemos dicho siempre a los locatarios, ustedes no venden comida, ustedes venden seguridad, ustedes venden confianza”, remarcó.
Más que un platillo
Que una persona regrese a un establecimiento con la venta de comidas, consideró, es porque se generan condiciones de higiene, de atención y de inocuidad de alimentos, es decir, la seguridad de que no se enfermarán.
La contaminación en este caso, detalló, es la que se encuentra adentro de los productos y se origina por múltiples factores (estar regada con aguas negras o uso de plaguicidas) y la otra es la que se ubica fuera del alimento, pero con buenas prácticas de higiene se puede prevenir alguna afectación a la salud.
El fomento sanitario que se llevó a cabo en los mercados, dijo, se extiende en beneficio a unas 10 mil personas si se toma en cuenta que por cada ciudadana o ciudadano que visita los mercados hay cuatro más (en promedio) en el hogar que disfrutan de los alimentos.