Comitán, nueve años como “Pueblo Mágico”
La conservación y cuidado del patrimonio cultural de los centros históricos es una tarea que le corresponde a todos los habitantes. Cortesía

El 9 de octubre de 2012 se declaró a los municipios de Comitán de Domínguez y Chiapa de Corzo como “pueblos mágicos”, programa que promueve la Secretaría de Turismo (Sectur) federal.

Una de las razones (entre otras relacionadas con la actividad turística) fue que ambas poblaciones contaban con la declaratoria de Zona de Monumentos Históricos desde el año 2000.

La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos tiene entre sus facultades las tareas específicas de la conservación, restauración, protección, catalogación, investigación y difusión del patrimonio histórico edificado de la nación.

La ciudad de Comitán de Domínguez conserva la antigua traza urbana del siglo XVI, base del crecimiento posterior a dicho siglo y que, para atender convenientemente a la preservación del legado histórico de esta zona, sin alterar su armonía urbana, el Ejecutivo federal consideró conveniente incorporarla al régimen previsto por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

La Zona de Monumentos Históricos está conformada por 84 manzanas, las cuales comprenden 243 edificios de valor histórico, construidos entre el siglo XVI al XIX, en los que se combinan diversas manifestaciones arquitectónicas de cada etapa histórica.

Algunos inmuebles fueron destinados al culto religioso, entre los que se pueden mencionar son el exconvento de Santo Domingo, el templo de San Caralampio, el templo de San José, el templo de Guadalupe, el templo de San Sebastián, el templo del Calvario y el templo de Jesús Nazareno.

Dicha zona presenta una traza ortogonal estructurada sobre una loma en una serie de calles en pendiente alrededor de una plaza central, un perfil urbano compuesto por edificios de un sólo nivel donde sobresale la silueta de los inmuebles religiosos; integrándose al paisaje natural del valle de Comitán, se conserva la antigua traza del siglo XVI.

La conservación y cuidado del patrimonio cultural de los centros históricos es una tarea que le corresponde a todos los habitantes de la localidad, puesto que en ella se encuentran manifestaciones de identidad de sus propios pobladores.