Habitantes de seis ejidos y seis rancherías del municipio de Ocosingo, ubicados en el corazón de la selva Lacandona, pidieron la intervención “urgente” de la presidenta Claudia Sheinbaum para que se atiendan sus necesidades, ya que carecen de servicios de Salud, Educación y energía eléctrica, aparte de que las lluvias han ocasionado la caída de un puente y las carreteras de terracería están en mal estado.
Solicitaron la instalación de una mesa de diálogo con funcionarios de los tres niveles de gobierno para que se atiendan sus necesidades, ya que “estamos en una región totalmente olvidada” dicen.
En un intento por llamar la atención, pobladores y representantes de las localidades situadas en lo que llaman Región Amador Hernández, a la que pertenecen los ejidos Candelaria, Pichucalco, Guanal, Plan de Guadalupe y Benito Juárez, entre otros, se reunieron para “levantar nuestra voz”.
Denuncia
En la reunión, dieron a conocer un documento en el que denunciaron “una vez más el incumplimiento de los compromisos de campaña de la presidenta municipal de Ocosingo, Manuela Angélica Méndez Cruz, de que atendería nuestras necesidades”.
Ramón Hernández Méndez, tesorero del patronato de la Región Amador Hernández, dijo que “llevamos más de 40 años exigiendo a los alcaldes de Ocosingo que nos atiendan, sin obtener respuesta. Levantamos la voz niños, mujeres, hombres, ancianos. No es mentira. Lo que pedimos a los tres niveles de gobierno es que intervengan, que vengan a ver cómo estamos para que se instale una mesa de diálogo”.
En entrevista telefónica señaló que a causa de las lluvias en días pasados “se cayó un puente de madera que nosotros construimos. No hay comunicación de Guanal a Ocosingo, por lo que exigimos que se pongan cartas en el asunto y atención de nuestras necesidades. Estamos reunidos todos los habitantes de las comunidades para exigir nuevamente atención a los tres niveles de gobierno. Los alcaldes no nos abren la puerta ni nos escuchan”.
Agregó: “El ejido Candelaria es el más afectado; está en el olvido total, no tiene ni siquiera carretera de terracería, por lo que los habitantes tienen que caminar en veredas o a caballo”. Concluyó