“Con el tiempo habrá justicia, pero por lo pronto estamos esperando”, afirmó Romero Pérez sobre el caso de su hermano, el sacerdote tsotsil, Marcelo Pérez Pérez, asesinado a balazos en San Cristóbal de Las Casas el 20 de octubre del año pasado.
“Entendemos que no es nada fácil, es complicado y va poco a poco, hay que tener paciencia”, agregó al preguntarle cuáles son los avances de la investigación en torno al homicidio del presbítero.
En entrevista, agregó: “Lo dejamos en las manos de Dios. La justicia poco a poco va a avanzando, pero nuestra plena confianza es en Dios, nadie se escapa de la justicia divina, podrán escaparse de la justicia de la tierra, pero de la justicia de Dios, no”.
Romero reiteró que “hay que esperar que actúen las autoridades para que haya justicia, nosotros debemos tener un poco de conciencia”.
Señaló que sus padres, Antonia Pérez Hernández y Miguel Pérez Santiz, “están muy enfermos por todo lo que pasó con la muerte de mi hermano. Para toda la familia es un golpe duro”.
“Es normal que cuando perdemos a un familiar se siente demasiado, y más a mi hermano que para nosotros es como un tesoro que nos han quitado”, abundó.
Manifestó que la familia mantiene comunicación con los abogados que llevan el caso del padre Marcelo, quien era el párroco del templo de Guadalupe, ubicado en San Cristóbal de Las Casas, cuando fue asesinado al salir de oficiar una misa en el templo del barrio de Cuxtitali.